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Aunque no suelo prodigarme mucho en lo que a versos se refiere, teniendo en cuenta que hoy es el día mundial de la poesía, qué menos que aportar mi pequeño grano de arena. Lo dedico especialmente a todas aquellas mujeres cuyos ojos son de color marrón. Hay mucha poesía enfocada a los ojos azules, verdes o negros, pero no tanta para ensalzar los ojos marrones, que son asimismo muy bellos. De modo que aquí va mi modesta contribución personal
Publico este relato, escrito hace ya años, porque acabo de leer "El hombre y el páramo", de mi admirada Ana Pirela, y me lo recordó. Así que lo extraigo del baúl de los cuentos perdidos para compartirlo con vosotros
Sueño y realidad pueden llegar a acoplarse de tal modo que resulte ciertamente difícil desligarlos
Hoy alguien me hizo recordar este poema que escribí hace ya años. Así que lo extraigo de la arqueta del olvido donde se hallaba y lo comparto con todos vosotros
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Desde la noche de los tiempos los seres humanos han tenido una imperiosa necesidad de contar con la salvaguardia de seres o entidades que, estando por encima de ellos, les rescatasen de algún modo de su propia existencia mortal: los dioses. Dioses que establecieran los cánones de su propia evolución; dioses que les facilitasen directrices para saber lo que estaba bien y lo que estaba mal; dioses sobre los que proyectar sus ancestrales miedos; dioses hacia los que elevar los brazos, bajar la cerviz e hincar sobre el suelo las rodillas; dioses en los que depositar esperanzas; dioses que repartiesen premios y castigos; dioses inmortales, todopoderosos y omniscientes.El pensamiento a menudo parece cobrar vida propia, como si tuviese voluntad en sí mismo, más allá de la de aquel o aquella a quien pertenece. Cuando así sucede, las ideas se mueven a su libre albedrío, saltan, se esconden, se acurrucan entre las neuronas cerebrales, hacen giros de volatinero, guiñan los ojos, se vuelcan en reverencias o en burlas socarronas, casi siempre esquivas, y también engañosas, a veces incluso se acercan, con aparente docilidad, como si quisieran que finalmente las atrapes, pero cuando vas a hacerlo, sueltan una carcajada y vuelven a correr lejos de tu férula, como hadas revoltosas o, tal vez, como liebres asustadas. Bonita reflexión, Seren.Curiosa historia donde la relación que las protagonistas entablan se escapa por completo de cualquier clase de tópico o convencionalismo. Un relato escrito con elegancia que fluye desde la primera a la última frase. Muy bueno, Roluma.Las ideas, en el sentido de inspiración, pueden provenir de muchas fuentes, algunas muy visibles, otras repentinas, a menudo fruto de azares realmente rocambolescos. Lo importante en cualquier caso es saber desarrollar esa chispa (o semilla, como bien dices) que es la idea en su prístina esencia y darle una forma ciertamente rutilante. Buena reflexión, Sergio.Es cierto que el orgullo es un defecto que puede oscurecer hasta las personalidades más deslumbrantes. Ahora bien, mucha gente, al detectarlo en otro persona, se queda en la superficie y no se les ocurrir ir más allá, profundizar en las causas de ese orgullo. Quizá, si lo hicieran, descubrirían que a menudo el orgullo deriva del dolor, de heridas pasadas que cicatrizaron mal o que incluso aún supuran. En tales casos el orgullo no sería más que un blindaje protector, una coraza con la que resguardar al mundo un alma ciertamente vulnerable. Muy buena reflexión, Pamela. Gracias por compartirla.Desconocía ese término, “sologamia”, pero tengo claro que el verdadero amor ha de empezar siempre por uno mismo como destinatario. Sin amor propio, sin autoestima, resulta imposible desplegar amor sobre nadie…. Ahora bien, si ya llevamos el concepto al terreno del folclore y a esa necesidad de “vestirse de novio/a” para crear una ceremonia al uso, ahí ya me resulta todo más ambiguo y quizá hasta enmascare algún tipo de trastorno de la personalidad, aunque no sé si narcisismo sería el término más acertado para definirlo.¡Son tantas las puertas con las que nos topamos a la largo de nuestra vida! Algunas las abrimos y su interior nos encandila o nos decepciona. Otras las dejamos pasar de largo, bien sea por miedo, por prudencia o por desgana. De la mayoría ni siquiera nos damos cuenta de su existencia. Interesante reflexión, ElizabethUn poema lleno de hiperbólico ofrecimiento al amado. Toda una declaración de intenciones. Me gustó leerloUna historia intensa y narrada con mucha emotividad, llena de vehemencia, donde los protagonistas viven un presente donde amor, pasión y ternura constituyen el principal alimento de su día a día. Todo cambia, sin embargo, cuando el éxito profesional trastoca la personalidad de él y, a modo de oscuro catalizador, va apagando la luz que envolvía a la pareja para contaminarla de ira, de soberbia, de menosprecios y rencores. De ser dos amantes pasan entonces a ser verdugo y víctima. La decisión final de ella es valiente y encomiable. Muchas habrían tragado y masticado su dolor hasta los restos. Una historia muy actual y muy bien contada. Felicidades, Daniela.Un relato alegórico donde en el sueño del protagonista converge la realidad que vivió Argentina (corrígeme si me equivoco en este particular) durante varias décadas. Me gustó el modo en que lo contaste. Un abrazoDolores lacerantes que paradójicamente pueden provenir de bellos recuerdos, de evocaciones de besos, de caricias, de momentos ya perdidos y que más tarde, cambiado el momento, duelen. Un poema lleno de sentimiento, Seren, como todos los tuyos. Un fuerte abrazo para tiAdemás, no todo el mundo le gusta o puede leer a autores como Faulkner, Joyce, por poner solo un par de ejemplos de lo que podríamos llamar “literatura de calidad”. La mención de Faulkner me hace precisamente disentir contigo respecto a la mediocridad de la literatura norteamericana. Es verdad que existen autores superficiales, como el conocido Dan Brown. Pero fíjate también en Scott Fitzgerald, Truman Capote, Thomas Wolfe, Ernest Hemingway o el mencionado William Faulkner. Todos son norteamericanos y auténticos genios de la literatura universalComo en cierta ocasión me dijo un conocido mío, lo importante es leer, aunque sean los prospectos de los medicamentos. Es cierto que, literariamente hablando, los llamados “best sellers” constituyen lecturas fáciles, con frases cortas, diálogos sencillos, sin apenas uso de figuras retóricas, pero pueden resultar interesantes para iniciarse en la literatura o simplemente como lecturas de evasión para una tarde de verano. Es cierto que la calidad es más importante que la cantidad, pero, por otro lado, los gustos (más aún los literarios) pueden divergir mucho de unos lectores a otros.Nadie puede conocer el futuro, de ahí la incertidumbre y las dudas ante cada paso que nos va acercando a él. Tampoco podemos obrar en función de lo que los demás opinen que hagamos, se trata simplemente de actuar conforme a nuestra propia naturaleza, a nuestra razón, a nuestros instintos, y acertar y equivocarnos, y caer y levantarse, y volver a caer y volver a levantarse. No hay en ese sentido mejor brindis que aquel con el que se homenajea uno mismo.Dicen que tiene las patas muy cortas. También dice que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Sí, pero cuanto daño pueden a veces hacer las mentiras. Unos versos muy incisivos y plenos de lucidez. Felicidades, Ana
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