
Porque hay cosas en la vida que no se pueden cuantificar, ni pesar, ni medir, ni poner en una balanza...
Buscando perderme para volver a encontrarme, y escribir, escribir mucho.
Porque hay cosas en la vida que no se pueden cuantificar, ni pesar, ni medir, ni poner en una balanza...
Porque ser una mala mujer es más divertido, auténtico, impredecible y original. Despertad malas mujeres.
Para todos aquellos que tras una ruptura se han encontrado en un vorágine de pensamientos encontrados, y muy muy en el fondo al descubrir como todo se desmoronaba a su alrededor, y a la vez optimistas, también piensan que después de algo catastrófico uno es capaz de reponerse, siempre, más poderoso, más fuerte y más sabio.
Segundos platos es mi pequeño guiño a todos aquellos que una vez nos sentimos como un juguete. Engañados, pero que son capaces de levantarse más fuertes, más vivos y con menos miedo.