


Ya no...
A las doce en punto saltan las alarmas, a las doce en punto corren los monstruos, vuelan veloces las historias de fantasmas; y mira, ahí vienen ya todas esas lápidas, todas las imágenes tenebrosas del pasado y de la imaginación; fijaos bien y contemplar cómo se cierne la oscuridad más mortuoria; el hombre del saco y su séquito de pesadillas malignas, todos escondidos bajo la cama, en la sombra proyectada de aquella silla en la pared, agazapados en el interior del armario con pequeñas sonrisitas de excitación...Cuando caen ya las doce, las doce en punto caen ya. Pero entonces todo se desvanece en un instante y se borran las sonrisas y se ahuyenta la excitación corriendo alocada hacia otro lugar. <Este ya no> susurra el hombre del saco melancólico, aún con un halo de aquellos felices días en su voz <...Este ya no> y todos vuelven entristecidos a sus respectivos cuentos.
y comenta
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"Ya no" Y no, amigo, no somos el que fuimos y por desgracia el hombre del saco ya no juega con nosotros. Nos hizo el tiempo una mala pasada, ni siquiera somos ya víctimas de una de aquellas pesadillas. Nuestro sueño, oh, nuestro sueño!, Son las ilusiones las que se durmieron... ahora roncan como una posadera vieja y gorda, sebosa de manteca y ajo y vino rancio.¡Viejas ilusiones infantiles, qué lejos estaís cada día! Y tú, amigo Salamanca, tomas la pluma, demiurgo de palabras, y nos lo recuerdas con exactitud literaria. Que es la exactitud que yo prefiero, aunque me duela. Oh, las heridas! Estamos vivos todavía. Vivos en las palabras siquiera. Un saludo, josep.De nuevo por estos lares, con esa pluma que vuela e imanta a los amigos. Un saludo.Pido permiso y me dicen que bueno, que vale, que a las 12 en punto me dejarán asomar la cabez y decir algo, pero sólo dos palabras. Me ha gustado.
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Antes de dormir saco la escoba y el recogedor guarda el polvo que cae de la mina de carbón.
Siguiendo la idea y relato iniciado por León27 y continuado por Fénix y Yazmin Schwery Rivera.
Piaggio tenía una furgoneta antigua marca Piaggio, y siempre la conducía, por eso le llamaban así. Agradezco valoraciones con comentario, muchas gracias.
Estos tentaculillos me erizan la piel cada vez que los veo. Agradezco valoraciones con comentario.