


Aunque no suelo prodigarme mucho en lo que a versos se refiere, teniendo en cuenta que hoy es el día mundial de la poesía, qué menos que aportar mi pequeño grano de arena. Lo dedico especialmente a todas aquellas mujeres cuyos ojos son de color marrón. Hay mucha poesía enfocada a los ojos azules, verdes o negros, pero no tanta para ensalzar los ojos marrones, que son asimismo muy bellos. De modo que aquí va mi modesta contribución personal
A UNOS OJOS MARRONES
Punzadores y frescos como una rosa
son los ojos audaces que me contemplan;
pestañas infinitas actúan de orla,
como un dosel curvado de brunas hebras.
Retozan remolones mientras se agitan
en la órbita nívea que los encierra.
Dos fanales que lucen echando chispas
son los ojos marrones que me embelesan.
Marrones las pupilas arrebatadas,
del color de la tierra en prístina esencia,
dos veneros copiosos, dos alfaguaras
donde beben mis sueños con vehemencia.
En sus globos radiantes como la luna
reverberan las luces de mil estrellas,
y se abren y cierran, ostras astutas,
revelando el tesoro de sus dos perlas.
Y se abren y cierran con pestañeos
cuando, desafiantes, miran de cerca,
dos fanales con chispas, coqueto gesto
que a la efusión provoca con sutileza.
Para la boca un beso me están pidiendo
esos ojos marrones que me sublevan,
y a sus labios vibrantes los míos acerco
para en un beso eterno fundirme en ella.
Si de soslayo miran, algo de burla
pareciese que brota de ambas esferas,
burla que hechiza, celada oscura
cuyo poder destaza cualquier defensa.
Dos bahías son de profundas aguas,
crisol de ensueños, luz de quimeras,
aguas tranquilas en las que atraca
el navío albo que a mí me lleva.
Prodigioso el arcano de esas retinas
en cuya luz dos lunas se balancean.
Me asomo a ellas y me hipnotizan,
cautivo quedo bajo su férula.
Fulgentes e incitantes como una joya
son las ígneas antorchas que mi alma incendian;
las miro atónito; un guiño forjan,
y en lozana sonrisa mis labios vuelan.
y comenta
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Sobre mi útimo relato. Hombre, yo soy parapsicólogo. Llevo muchos años en el tema y he vissto un poco de todo. Dentro de que hay mucha fabulación, también de vez en cuando se da el fenómeno paranormal. Ahora hay unos espectógrafos que permiten ver el espectro de una persona, y se puede ver en qué situación está. Si en el relato hay la explicación técnica del aura, es porque a nosotros nos gusta explicar el qué. ¡Eres un romanticón! jejeje.Para no prodigarte como dices, lo haces muy bien, un saludo¡Enhorabuena Mario! escribir es lo tuyo, sea prosa sea poema, juegas perfectamente con las palabras dando vida a los sentidos de quien los lee. GraciasA unos ojos marrones y aquella piel morena. Un recuerdo que se quedó en el olvido.. Preciosa prosa que nos ofreces, Mario. Un saludo.Magnífico poema.Pues te recomiendo que te prodigues más en la poesía. Eres muy bueno. He disfrutado mucho. EnhorabuenaQué poderío Mario ¡¡¡ Se dice que los ojos son las puertas del alma, en este bellísimo pestañeo abriste de par en par la tuya. Preciosos versos llenos de vida, un universo donde se balancean esas dos lunas. Enhorabuena por asombrame y de qué manera. Un abrazo.Hermosos versos Mario...aunque me hubiese gustado leer "A unos ojos azules" ja ja ja!! Ahora en serio: un poema que matiza en sus versos, la vivencia emocional de unos "ojos marrones", comunicando elementos naturales y metafóricos para lograr toda la unidad de un poema expresivo , resaltando su finura escritural. Felicitaciones Mario, eres único!!Madre del amor hermoso! Astutos, coquetos, burlones, incitantes... estoy muy contenta de leer tus versos, alguien por fin les dedica un poema a esos ojos de un color tan habitual en este país. Magnífico, Mario! Me has traído a la memoria un breve relato que escribí hace tiempo, Unos ojos pardos, protagonistas del misterio que suelen tener los azules o verdes. Un beso!Hombre, para no prodigarte en la poesía, te defiendes muy bien. En realidad los ojos sean del color que sean, son las ventanas de nuestro interior, que dicen mucho de lo que una persona es. Tú ten cuidado si una dama te lanza una mirada aviesa, que también puede ser.
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Relato de palmaria inspiración borgiana. Espero que el maestro, desde el más allá, sepa perdonar mi osadía
Aunque no suelo prodigarme mucho en lo que a versos se refiere, teniendo en cuenta que hoy es el día mundial de la poesía, qué menos que aportar mi pequeño grano de arena. Lo dedico especialmente a todas aquellas mujeres cuyos ojos son de color marrón. Hay mucha poesía enfocada a los ojos azules, verdes o negros, pero no tanta para ensalzar los ojos marrones, que son asimismo muy bellos. De modo que aquí va mi modesta contribución personal
Publico este relato, escrito hace ya años, porque acabo de leer "El hombre y el páramo", de mi admirada Ana Pirela, y me lo recordó. Así que lo extraigo del baúl de los cuentos perdidos para compartirlo con vosotros


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Parafraseando a Benedetti, puedo decir que escribo porque me resulta imposible no hacerlo. En realidad, escribir es el único medio con el que consigo exorcizar esos puñeteros demonios que se empecinan en colarse por debajo de la piel para darle bocados al alma. Serán cabrones
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