


al otro día aquel hombre amante de la música orquestada terminó por abandonar del todo este mundo
Se levantó feliz, como hace tiempo no se le veía. Saludo a sus hijas con un abrazo afectuoso. Salió. Volvió a almorzar.
En un instante se quedó paralizado, no podía mover un solo músculo. Solo una lágrima caía por su mejilla mientras sostenía la mano de su mujer con fuerza. Fue el último acto que alcanzó a hacer antes de convertirse en piedra.
La ambulancia demoro tanto... ya era tarde. No reaccionaba a la voz de los paramédicos ni a los intentos por devolverlo a la vida.
Se había ido con la mirada perdida. Su mente volaba más allá de la imaginación, solo volvió un par de segundos para mirarla por última vez y decirle sin palabras que le entregaba el mando, la dejaba a cargo del buque como diría él.
Al otro día aquel hombre amante de la música orquestada terminó por abandonar del todo este mundo, dio por finalizada su misión, dijo adiós.
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Me gusta el término "Música Orquestada"A mí al leer se convirtió en piedra me ha venido a la cabeza una lápida. Me ha encantado. Muchas gracias.El relato tiene, en su sencillez, una gran belleza. No aspira a grandes espectáculos, simplemente una escena familiar, un hombre que se muere. Las imágenes son muy vivas y crean una excelente narración. SaludosSorprendente y original... me ha gustado mucho... felicidadesA mi también me atrajo la frase de "se convirtió en piedra", es un toque simbólico muy sugerente. Pero me bailó la historia en algunas dudas que me surgieron con la lectura, y al final o no lo entendí del todo, o lo entendí y para mí faltó una chispa.Una escena intrigante, se convierte en piedra? o simplemente le da un ataque y muere. Me gustó, y me ha sorprendido un poco. Saludos
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Si pudiera decirte a la cara lo que siento, si no te hubieses ido con el viento, con la lluvia de ayer.
Amor, amor que un año después sigue vigente, sigue causando mariposas en el estomago. Hoy el fruto de ese amor tiene por nombre Pía.
al otro día aquel hombre amante de la música orquestada terminó por abandonar del todo este mundo
Pareciera que nada ha cambiado, que todo está tal y como lo dejo al marcharse. Sabía que volvería algún día.
Antes de que se fuera cerró los ojos, puso la mano en su pecho y pidió un deseo. Con toda la fe y la ingenuidad que tenía cuando era niña
Sentada en la arena, viendo al mar tranquilo, un mar verde de algas, pedazos diminutos de algas como si desde el cielo hubiesen lanzado tiritas de papel crepé de ese color, no hay olas, las gaviotas caminan sin prisa
A él le ofrecieron un trabajo en Chile, sin pensarlo mucho tomo la decisión, ella creyendo que el amor es todo lo siguió.
Había tanto que decir, treinta y treinta y un años respectivamente, tres décadas para relatar
Este año no recibiste un saludo de mi parte, no porque no lo recordara sino porque otra persona ocupa el lugar privilegiado que tú ocupabas en mi corazón


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Escribo relatos de poca monta, histórias urbanas. Mitad realidad, mitad ficción.