


Continua....
Esa guerrera me observo y observo a su reina, le suplico por su vida que era su deber y que esos esclavos no podían someterlas a su voluntad.
Aysha se dirigió a su trono y se sentó en el sin mediar palabra. Yo seguía apoyado en las rodillas de aquella chica que no dejaba de acariciar mi rostro, mientras aquel joven colocó sus manos en la flecha para estirar de ella y así poder curarme. Casi con un esfuerzo levante mi mano para que no lo hicieran, pero no me entendieron y ese joven tiro de la flecha y al hacerlo esta se partió quedando su punta en el interior, arañe el muslo de aquella chica que grito de dolor apartándose de mi.
Aysha seguía en silencio sin decir nada, solo contemplaba la ventana y su amanecer. Minutos más tarde se levanto y se acerco a mí diciéndome.
—¿Por qué tienes que morir?
No podía decirle que ese era mi destino y que la vida me devolvería a ella unos años más adelante. Se abrazo a mi cuerpo del cual intentaron separarla sin conseguirlo, algunas de esas guerreras murmuraron que estaba loca y quizá en ese momento lo estuvo. Mando decapitar a mi asesina y que su cuerpo estuviera a la vista de todos, les ordeno que desterraran aquellos jóvenes.
Al hacerlo no se dio cuenta que creaba otra tribu y que yo soy descendiente de ella y que esa tribu precisa de su reina y esa reina esta en las entrañas de Aysha.
Soy el padre de esa reina y a la vez su marido, solo lo sé yo y nadie más.
En mis recuerdos no sé si ame a Aysha o no. Ella si me amo y ese amor la volvió loca y una déspota. Nueve meses más tarde nació una niña de la que no quiso saber nada, mando educarla por la tribu y que nunca se acercara a palacio.
Pero la tribu no sabía que Ayhsa educo a su hija también e independientemente de lo que había ordenado.
Mi cuerpo mando quemarlo y que mis cenizas fueran esparcidas en sus aposentos. Y así se hizo. He visto lo que ha hecho durante ese tiempo y su hora está a punto de llegar y la mía también.
Estoy a punto de volver y espero que Aylin no me recuerde y su madre tampoco.
CAPTURADO Y UNA MUERTE ABSURDA
Narra Alan
Esto es el comienzo de todo y la búsqueda de mi señora y dueña.
Estaba cerca de su poblado y la vi pasear por los campos de esclavos como otras mañanas y yo hacia lo mismo que ella observar y callar.
Pero ese día fue diferente no fue como los demás. Aylin estaba cerca de un esclavo y yo recordaba a ese esclavo, me acordaba perfectamente de él. Él había envejecido y yo no, pero esto no viene al caso, Aylin jamas debió acercarse a él pero lo hizo. Aylin durante si crecimiento siempre quiso saber quién era su padre y siempre le decían que era muy guapo. Ella no parecía estar muy conforme con todo aquello e incluso pidió auncienda a su madre la reina siendole denegada. Algo que no llegó a entender nunca.
Pero olvidemos eso y centremonos en Aylin y lo que va ocurrir.
Yo observaba a Aylin como un esclavo mas. No era muy alta, mas bien menudita, su pelo era largo y de color castaño con unos hermosos reflejos color caoba y que decir de sus ojos eran verdes como las esmeraldas. Me recordaba a su madre en muchos de sus movimientos. Pero en ella habían tantos rasgos mios. Su nariz, su boca, sus manos que eramos un calco sin serlo.
Aquel esclavo la llamó por señas y ella se acercó, en su cara se dibujo una sonrisa que segundos después fueron gritos ¿Qué había hecho? —me pregunté. No sé porque me hice esa pregunta cuando ya la sabia. Aylin comenzó a gritar y yo tuve que taparle la boca para que dejara de gritar y le pregunté.
—¿Por qué lo has hecho? Contesta.
y comenta
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Espero que os guste esta parte y me comenteis.