


Poesía sin la estructura de versos de un poema. ( si alguien quiere ordenarla de esa manera me gustaría verla)
El trapero mueve el agua trágicamente opaca sobre el suelo, haciéndola danzar de un lado a otro, arrastrándola y poco a poco desgastándola hasta borrarla.
Mientras trato de arrastrar el palo de madera con toda la energía que me resta, el cuerpo cansado gradualmente va indicando a la mente que es momento de delirar ausente. Le echó un vistazo a quien quiero llevar a ser mi nueva posesión, deseo enredarla en percepciones y entregarle mana a mi ego, pero la cabeza se me comienza a abstraer y recuerdo el extenso número cuatro, mi medida predilecta pero aparentemente fatal, las imágenes de lo que este número oscuro conlleva me enloquecen y de forma inconsciente llego plantearme arrojar todo y gritar como poco lo hago, llorar y desgárrame la garganta con desdicha.
Visiones tal vez proféticas, tal vez ocurridas me dominan; tú suavidad en manos ajenas que aferran y empujan, tu humedad conquistada y fundida, tu ser ajeno y entre la desordenada y frondosa cascada de cabellos negros una enorme curva blanquecina y brillante, preciosa gema que en mi alma habías enterrado, de repente extraída y alterada, dotada ahora con la forma de una edad distinta, condición y momento que estúpidamente presumí propios.
Comienza a llenarse mi cráneo de los ecos de tu risa, fulminantemente alterada por otra garganta; mi cerebro es seccionado por sablazos, mi alma desgarrada como tela y ya rota, del aire cae, posándose en el suelo, que a su ritmo la ennegrece aprovechando debilidad.
y comenta
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bello.
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Durante años se me ha complicado dormir en las noches, hoy se complica todavía, pero tal vez mañana al abrir los ojos encuentre el sol que adoraron mis abuelos.