


Además de leer la historia puedes buscar 18 canciones de los Beatles escondidas entremedio del relato.
-Hola abuelo, hoy es tu cumpleaños po lo que te hice galletitas con sabor a miel- dijo de manera muy dulce mientras sostenía la bandeja con las delicias recién horneadas.
-Muchacha, al parecer no sabes tocar la puerta- respondió enfadado ante tal intromisión.
-Lo siento, es que tenía ambas manos ocupadas para poder golpear- dejó la bandeja sobre el mueble de madera noruega que descansaba junto a la ventana.
-Además, ¿quién eres tú y que haces en mi casa?- el viejo seguía interpelando a la visitante.
-Soy tu nieta abuelo y vivo aquí contigo- soltó luego de abrir la ventana permitiendo que entre el aire fresco y el canto de los mirlos amenicen el ambiente.
Luego de unos segundos sin respuesta el viejo añadió -No me molestes muchacha, yo ni siquiera tengo hijos y si no sales de esta habitación llamaré a la policía-
-Abuelo sé que es difícil llevar ese peso contigo, pero todos en la familia solo queremos lo mejor para ti y cualquier problema lo podemos resolver juntos.
-No sé de que hablas, déjame tranquilo y cierra la puerta cuando salgas-
Apenada ante este escenario desesperanzador que se repetía constantemente la chica dió media vuelta con dirección a la puerta y justo antes de salir escucha - Muchacha espera! vuelve. Podrías subirle el volumen a la radio porfavor, si no es mucha molestia.
-Por supuesto, ¿te gusta está canción?- añadió mientras se limpiaba las lagrimas del rostro.
El viejo luego de una pequeña carcajada prosiguió – “Something” sonó en mi matrimonio con tu abuela, pienso que Paul y John deberían haber apoyado más a George con sus canciones, es autor de algunos de los mejores temas de Los Beatles- dijo mirando atentamente a la intrusa. -¿Tu nombre es Michelle cierto?-
-Si abuelo- la joven volvió a mojar sus mejillas con lagrimas que ahora mutaban a unas de felicidad.
-Con tu abuela insistimos en ponerte Michelle, creo que éramos verdaderamente fanáticos de los cuatro de Liverpool.- dijo algo avergonzado y siguió -Es realmente difícil vivir con esta enfermedad, son cadenas que no te permiten vivir la vida como uno lo espera, pero te aseguro que en mi mente hay un lugar para todos esos bellos momentos con ustedes y aunque me cueste llegar a ellos siempre me esforzaré por recordarlos.
Si ayer fue un mal día mañana nunca se sabe.
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