


El buen hijo siempre vuelve a casa.
Ha pasado mucho desde el ultimo escrito que decidí compartir.
Tantas cosas han pasado en tan poco tiempo.
Tanto he cambiado, tantos nuevos recuerdos.
Tantas cicatrices que hoy están sanas, pero aun duelen.
Este sería el retorno a un camino que nunca debi dejar
Antes tomaba esto como una vía de escape, ahora debería tomarlo como mi puerta principal.
Mis grandes inseguridades siempre han sido mi peor enemigo.
Debo comenzar a eliminar palabras de mi vocabulario.
Debo comenzar a reformular mi mente.
Sigo siendo igual o más complicado.
Lo único que diferencio es que cada día son menos las personas que logran sostenerme
He perdido tanto y me he quedado con tan poco.
Pero estoy totalmente satisfecho con lo poco que me ha quedado.
Este es mi regreso.
y comenta
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Bienvenido. Esta carta de presentación promete. Éxitos y sigue escribiendo y compartiendo siempre. Un abrazo.
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Me ahogo en un mar creado por mí, en el que mi conciencia es el depredador más feroz e irónicamente yo soy la presa.
Que hubiese pasado si hubiese cambiado un pequeño y poco notorio aspecto de mi pasado? ¿Mi presente seria diferente? ¿Seguiría esclavo de mis pensamientos?
Mis recuerdos ahora son una imagen descompuesta en tantas palabras como hojas secas en el suelo.
Su ropa era una verdadera molestia. La ahogaba y yo era quien la salvaba. Juez, jurado y verdugo de su verdad. Alcaide de su pensar. Era un pecado mirarla y no estar obligado a tentar.