Capítulo 3: La nueva y la ex

Rocío

Hace 6 meses que no se nada de él… ¿Qué estará haciendo? ¿Me extrañará? ¿Conoció a alguien? Son algunas de las preguntas que me atormentan todos los días

Si, lo busque en todas las redes que existen (desde Facebook hasta Snapchat, pasando por Instagram, Twitter) y nada… estoy bloqueada de todas y cada una de ellas. Obviamente no me quede con eso y lo busque desde el usuario de mi amiga

 Porque intensa se nace Rocío

Y me sorprendí de que en algunas (como Face o Ig) está bloqueada y de Snap no… asumo que no sabe que ella también tiene esta red social… en fin, no encontré nada que indique que conoció o esta con otra persona, solo me torture con sus fotos al ver lo lindo que es

No es momento de pensar en su belleza

Estoy esperando a Sammy. Hoy, como todos los días del último mes, vamos a ir a caminar por la costa del rio. Ambas amamos el ejercicio y, yo particularmente, veo este lugar perfecto para despejar la mente

Llaman a la puerta, seguro debe ser ella

Sammy

Abre e instantáneamente me doy cuenta de que estaba pensando en él

- ¿Otra vez? – me cruzo de brazos

- ¿Qué? – intenta despistarme

-Te conozco mejor que tu mamá, esa cara me dice que…

- ¡Okey! – levanta sus manos- Pero solo fueron unos momentos, lo prometo

Su “pucherito” me da ternura, pero debo confesar que me preocupa el hecho de que haya pasado tanto tiempo y siga pendiente de Nicolas

Luego de mi típico sermón de “tenes que superarlo” salimos hacia nuestro destino. El camino se hizo ameno, es decir, no hay un segundo de silencio entre nosotras, nunca faltan las risas, es genial. Hasta que…

- ¿Es él? – me dice frenándose en seco

Miro al frente y veo la silueta de un chico parado en contra de uno de los árboles del lugar, mientras, una chica esta frente a él. Ambos están sonriendo

-No se… y si es ¿Qué importa? Veni- tomo su mano- Sigamos

-No- me suelta y se queda parada, mirándolos fijamente

De repente y sin aviso, la chica se abalanza sobre el chico, dándole un beso, sin saber que, detrás de ella, una maquina llena de dolor y despecho, se les acerca

- ¡ROCIO! – trató de no gritar muy fuerte - ¡Veni para acá!

No me escucha. Esta poseída y yo sé que nada bueno va a salir de esto