


Extracto de mi primera novela.
El cielo había decidido descargar toda su furia, barriendo con fuerza la calle, como el que intenta lavar la mugre de su cuerpo pero no puede. Porque la lleva dentro.
Bajo el saliente de un tejado, protegido del temporal, el comisario Robledo intentaba encenderse su ultimo cigarro. Los ultimos acontecimientos aún permanecian en su memoria.
Llueve. Pensó. El cielo llora y no es por mi.
-Llueva pues. -masculló entre dientes.
-¿Perdón? -respondió un subalterno que habia decidido refugiarse bajo el mismo tejado.
-Nada. Pensaba en la vida.
-La vida es una mierda. -sentenció solemne, como quien cita a un clasico.
y comenta
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extracto bien extractado
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Segundo relato corto en la misteriosa ciudad de Allasta. Hay fuerzas con las que es mejor no jugar.