


Es verídico, el sol no sale todo el año por el este y se pone por el oeste. Reconozco que resulta ser una hermosa visión metafórica, pero es más que eso, es una realidad, una peculiaridad de nuestro continuo movimiento en el espacio... un espacio que no dominamos, un movimiento al que estamos sometidos :-)
Cuando el sol roza la torre neoclásica incrustada en el archivo de la memoria de San Felipe, ennegrecida y acribillada por el tiempo, con su reloj vuelto del revés, señalando norte donde es sur, con manecillas torpes y cabizbajas, doy gracias a Calderón de la Barca por ser misericordioso. Sin su consuelo, no podría evadirme de la fantasía para volver al hedor a azufre que cubre esta futura esfera de fuego.
Me inclino a seguir tragando cenizas antes que ver encarnadas mis más crueles pesadillas. Prefiero buen infierno conocido que malo por conocer. Aquí al menos controlo los límites que me fracturan en dos hasta triturar asperezas.
No puedo entregaros los delirios de una loca sátira que obsesiva machaca su disposición con orbe infinita. No se trata de los temores de un autodidacta que tiñe con sangre y agua sus mejores obras de arte. Mi tormento va más allá del oscuro chirrido que ofrece la cerda de caballo tensa hasta el vomito. Mi agonía tiene el límite del deseo que se aspira, se añora o se necesita para sobrevivir… y mi rechazo a él se precisa inminente.
Como iba diciendo… el sol sale por el este y se pone por el oeste, al menos, durante dos días al año, los dos únicos que merecen la pena ser recordados. Los demás quedan relegados a depender del capricho de la luz.
y comenta
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GenialInteresante reflexión. Es una prosa elegante, y la usas como un velo, por el que a veces asomas y tras el que a veces te escondes.Es precioso, hermosas palabras llenas de contenido.Nada mas puedo decir ... me encanto y el ultimo parrafo para mi es sencillamente genial.
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Solemos desarrollar el extraño convencimiento de que solo nosotros amamos por encima de todo. Procuramos adaptarnos al temor, a la angustia de la falta, pero … ¿Cuánto temor causamos? ¿Cuánta falta le hacemos a los demás? Recordad que todos tenemos un corazón que perder y tanto él como ella se exponen y arriesgan tanto como nosotros. Todo amor merece ser respetado. Debe ser atendido. No estaría mal que reverenciáramos la paciencia que otros nos han brindado.
Hoy me detuve al filo de la navaja y te vi soñar entre fábricas de plumas. En la oscuridad de la sala te percibí inmenso. Sin luz te tuve entre mis brazos y aun sabiéndote conmigo, añoré tu amor imaginando una partida futura. Te vi dormir placido y sereno como orilla sin conchas. No pude evitar desbordarme. He perdido mi cuerpo entre desfiladeros, he comido sobre nieve, navegado entre cielos, oído distancias que la vista no alcanza. Subido a niveles que desorientan, palpado piedras con yemas de historia lejos de mi cuna… pero jamás... jamás, había visto tanta belleza.
La indiferencia no es el desconocimiento de que existes, es el intento mediocre por hacerte desaparecer. Con ella solo se demuestra lo mucho que te importa aparentar que no piensas en lo que intentas olvidar.
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