


cuando gritamos por dentro, un grito sordo pero profundo, que en un solo instante puede llevarnos del cielo al infierno, exacerbarnos y tranquizarnos y despues tan callados como el, continuamos existiendo como antes.
Cabalgo sobre llanuras que sueñan aposentarse en verdades,
evadirse en sueños, mojarse de momentos vividos.
¡Adiós! que lejos quedaron las lágrimas de sueños realizables,
porque a diario mi vaso se llena de flujo abundante, que subsiste mi sed,
para venir a regalarme momentos de gloria presentes
que me sitúan en este lugar para dejar de soñar canciones,
monólogos sonantes recubiertos de melancolía e infortunio,
y que cuando cantan: bellos momentos felices solapan la pena
de gritos leves de carencia cubierta, nunca de sutil y humilde alegría.
Disparo a veces palabras que me saben a nada,
pero que me gritan de todo,
que cuentan de mi lo que yo nunca he contado.
Disparo a veces sortijas talladas, nubes volátiles,
resquebrajos de corazón roto o resto de un acaricia de ayer.
Y…Para algunos es ruido,
pero para algunos pocos es música,
música de mí. Sal de mi vida y existencia.
¿Que se necesita?:
una oreja como una caracola
que oiga el ruido del viento navegado,
de las millones de ráfagas que cualquier día acariciaron mi pelo.
De la forma que mi boca a tomado después de tantos besos y palabras,
de ver como sudan mis manos cuando alguno me habla…
Mas, si te das cuenta ,
deje de suspirar,
deje de desear lo inalcanzable,
deje de comprar tan altas estanterías
a las que luego no llego.
y comenta
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Precioso Almita, realmente precioso.Escribe tus comentarios...
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cuando gritamos por dentro, un grito sordo pero profundo, que en un solo instante puede llevarnos del cielo al infierno, exacerbarnos y tranquizarnos y despues tan callados como el, continuamos existiendo como antes.