


Hay días, sin saber a que se debe, me levanto con un humor de los mil demonios. Después de pasar por el baño, y entre dormida y despierta miro sin ver del todo y entonces pego un alarido al ver a esa bruja que me mira desde el espejo, y me devuelve una imagen que cualquiera al verla diría “que horror” tratando de negar que, “esa” pueda ser yo…
Hay días, sin saber a que se debe, me levanto con un humor de los mil demonios. Después de pasar por el baño, y entre dormida y despierta, miro sin ver del todo y entonces pego un alarido al ver a esa bruja que me mira desde el espejo y me devuelve una imagen que cualquiera al verla diría “que horror” tratando de negar que, “esa” pueda ser yo…pero sí soy yo, dice mi parte conciente que rara vez me abandona; pero un poco desfigurada me digo cariñosamente para no dañar demasiado mi autoestima.
Entonces me digo, basta de lamentos!! Y escribo unos pasos, para intentar mejorar este día y otros que por ahí, yo tenga en el futuro de color gris acero, gris perla o similar:Sigo a los tumbos hasta la cocina y me preparo un café, el agua tarda mas que otras veces en hervir, o a mi me lo parece, y yo sin poder fumar!!!! Claro no les conté, que deje de fumar hace muchos meses o años ya, pero el deseo me carcome cada día de mi vida, entonces tomo agua, una copa, dos, o más… dicen los que saben, que calma la ansiedad…pero yo digo que casi nada. Entonces me digo, mientras pongo música, de ritmo africano, podría hacer un poco de gimnasia, de paso, gasto un poco de calorías, ya que al dejar, el pucho, aumenté unos cuantos kilos, que por alguna razón que desconozco, se me han instalado y no hay forma de bajarlos.
- Vuelvo a entrar al baño y busco en el botiquín, mi mágica crema anticelulítica, reductora y otras yerbas, que tiene un rico olor a menta o quizás a alcanfor, vaya uno a saber.Me masajeo todo el cuerpo con cariño, porque lo noto maltrecho.
- Busco en los cajones del armarito, algo para calmar el alma, pero no hay. Entonces pongo música suave, programo mi computadora para que suene por un rato largo...
- El paso siguiente, la cara, primero retiro bien todos los restos de maquillaje y trato de arrastrar también con un algodoncito embebido en loción limpiadora los signos de malhumor, rictus y arrugas que aparecieron de la noche a la mañana.
- Me doy una ducha, reparadora, me seco con cuidado y de nuevo unto mi cuerpo y mi cara con una crema muy buena, pero esta vez suavizante e hidratante.Envuelta en una toalla, tomo el teléfono con toda la intención de llamar a alguna amiga que quiera tomar un café conmigo…pero nadie contesta…
- Decido salir a caminar, sola, en mi agradable compañía. Me pongo un pantalón cómodo, zapatillas, un sweter bien grande y ya estoy lista. El día está hermoso, el sol a pesar de ser de invierno calienta agradablemente. El perfume de algunos arbustos y flores mas el canto de los pájaros, hacen que el conjunto haya transformado casi mágicamente , mi día gris en un día azul.
y comenta
-
Decido salir a caminar, sola, en mi agradable compañía. En la soledad se encuentra la paz y la tranquilidad. Buenos consejos para evitar un día gris. SaludosGracias por tus palabras Mario, Así es con nuestros amigos días grises...es mejor aceptarlos e invitarlos a que busquen otro destino.Buenos consejos para superar esos días grises donde el ánimo se ve por los suelos. Imagino que cada uno de nosotros nos valemos de nuestros propios métodos. Yo he terminado haciendo buenas migas con la melancolía, por lo que ya no lucho tanto para alejarla de mi lado, la dejo que se encarame sobre mis hombres. Y si quiero largarla, utilizo trucos como escribir o hacer deporte, que son los que siempre me han funcionado mejuor. Un abrazo, Agnes
-
Tuve una etapa donde pintaba parejas enamoradas, sobre todo bailando...en éste caso vestidos con los trajes típicos de la zona...
¿Por qué razón una mujer no podría salirse de una relación que le hace mal?, como en el caso de ” una relación maligna” como la llaman algunos autores, es decir en este caso, no pueden estar juntos ni separados, uno de los dos es seductor y la otra parte es la seducida; luego maltratada.
Hay días, sin saber a que se debe, me levanto con un humor de los mil demonios. Después de pasar por el baño, y entre dormida y despierta miro sin ver del todo y entonces pego un alarido al ver a esa bruja que me mira desde el espejo, y me devuelve una imagen que cualquiera al verla diría “que horror” tratando de negar que, “esa” pueda ser yo…
Los croatas no somos vikingos, pero él sin faltar ningún día a su ritual, me veía aparecer, camino del colegio, y cuando yo pasaba por su vereda escuchaba ¡hola vikinga!
Le dijo su primer marido cuando ella le pidió el divorcio, “claro, no quieres depender de mi, Pero en un tiempito nomás, vas a depender del abogado, contador, amigos, mecánico etc”
Bueno, ya hecho el plan, de alivianarme un poco la mochila de mi espalda sigo con esa sensación de algo que va a ocurrir, inminente no muy agradable.
La zona de la costanera me encanta porque invariablemente sus puentes me hacen acordar al Sena, parece un paisaje Parisino. Mi imaginación, más la suave música que escucho en el auto hace a éste momento sublime.
El día en que transcurrió mi historia era frío, la llovizna de a ratos mojaba la ropa y la cara pero aun así, preferí el medio de locomoción más interesante para mí en ese momento.