


Un recuerdo imborrable.
A ti, que por ser chiquitita, puedes arrancar entre los espacios de la reja para seguirme a donde fuera. A ti, que te puse una rejilla para que no pudieras escapar y lograste hacer hoyos en la tierra para seguir logrando tu objetivo. A ti, que te puse tablas en el suelo que impidieran que excaves, y escalaste la rejilla, para pronto, de un salto, encontrarse en la calle buscándome por todos lados, así como para cerciorarse que yo volveré.
A ti, que comienzas durmiendo en los pies de la cama y despiertas junto a mí, cobijando y protegiendo mis sueños. A ti, que al dejarte en la casa de mis padres mientras voy al trabajo, te sientas sobre el sillón que da a la ventana para esperar por mi llegada. A ti, que siempre vienes en búsqueda de cariño, impulsando con tu hocico la mano que tenga más disponible para rasgar tu cabeza. A ti, que te gusta recostarte sobre tu espalda para que acaricie tu vientre todo el tiempo que sea posible, así como si en tu pasado alguien te haya hecho daño.
A ti, que en una de tus locuras, corriste de improviso al patio dejando tus huellas marcadas en el cemento fresco recién esparcido, así como pidiéndome que jamás te olvide. Te digo algo Zoe, y espero puedas entenderme… tú ya dejaste marcada tu huella, para siempre, en mi corazón.
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Hermosa inspiración, me consternó! Muestras tú sensibilidad y amor hacía Zoe. No todos escriben sobre esas adoradas criaturas que conviven con nosotros. En eso también hay que concientizar: escribir sobre nuestras mascotas, me has regalado una enseñanza, gracias!!!Escribiste con simpatía, cariño y coherencia. Me gustó. Un saludo, Jercko.
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Además de leer la historia puedes buscar 18 canciones de los Beatles escondidas entremedio del relato.
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