


Primer día de vacaciones.
Madrugón.
Te levantas sin ilusión.
Este año solo tienes una semana, que deberás compartir con la familia de tu parienta, como casi todos los años.
Te jode. Sí, te jode tener el mismo plan todos los agostos. Pero éste más. Por lo largo que se te va a hacer y porque vas a continuar sin tener ni intimidad ni voz ni voto. Es lo que tiene compartir la vieja casa del pueblo de tus suegros.
Un pequeño y bello rincón, remanso de paz y armonía en tierras castellas, a orillas del Duero. Rodeado de pueblos del torrezno y buen Rivera.
Cierto que no se escuchan ni los gatos para poder dormir a pierna suelta y arropado algunas noches.
Para algunos sería todo un lujo una segunda residencia así aunque no para tí, si no fuera por algún "insignificante" detalle.
Tuviste la genial idea de comprar un siete plazas para hacer de taxista de la familia política. Tu cuñada se acopló un año y desde entonces tIene un asiento reservado en primera clase para viajar con vosotros, ya que evidentemente, los de su tribu pasan de ir. Tu otra cuñada ha sido mamá recientemente y con la pequeña que no para de invitar al juego a su tío, te tiene machacado. Es un encanto de niña pero al absorber la mayor parte de tu tiempo y al tener unos padres sosos a los que les gusta demasiado disfrutar de jornadas de relax, pues claro que se te hace eterno. Si añadimos el problema de que siempre eres el único alimento de las hambrientas pulgas que año tras año te premian tu devoción a la familia con decenas de mordiscos irritadores en tu epidermis que terminan convirtiéndose en ampollas, pues tenemos el cóctel perfecto para que esa nefasta casa rural sea el centro de un deseado ataque nuclear por tu parte. Y prefieres evitar tocar el tema del sexo con la parienta, después de mal llevar el celibato durante siglos, ahí con más razón porque la dichosa cama canta como un grillo y saber que las habitaciones colindantes están al completo significa una jartá de comentarios sarcásticos por la mañana.
Concluyendo, que te la vas a menear en la ducha cada vez que tengas una urgencia fisiológica, fantaseando con tu amante, deseando que termine tu martirio lo antes posible y regresar de tus encantadoras vacaciones, anhelas volver a tu trabajo, volver a tus escapadas, volver a reencontrar de vez en cuando aquellos besos que te harán olvidar que los habías olvidado.
Maldices tu estampa mientras tarareas una canción de la radio.
y comenta
-
Buen escrito amigo Gamusino, y muy sincero, para muchos quedar de vacaciones con la familia política, es totalmente indeseable. Es muy entendible, pero también preocupante....Saludos!!!!Uy Musi, te veo mal. Añorar besos, si, pero anhelar volver al trabajo, cuando describes un entorno tan bucólico que cualquiera aprovecharía para recorrer en solitaria paz durante horas... en fin, que buscarse la vida en las vacaciones familiares no debería ser tan complicado, pero es lo que hay. ¿Has dicho torreznos? 🙀
-
Quedo a la espera de que mi querida Seren publique su parte en este relato.


-
79
-
4.54
-
177
No penseis que mis dedos valen más que cualquiera de los vuestros. Grito a los vientos que si por vos pierdo la razón mis dedos dejarán de ser eso, dedos. Porque aunque haya nacido con dedos en la mano derecha y en la izquierda, entre todos no sumarán más.