


Cuarto capítulo.
Capítulo IV
Al tomar el próximo dibujo que agarré, pude ver a una persona parada al lado de un árbol, solo el dibujo era de una persona y de un árbol.
Allí me quedé pensando lo que habrá querido decir mi prima con un árbol y una persona, sin nubes, ni montañas, ni flores, ni el sol, nada más que un árbol y una persona.
Amplié mi imaginación y pensé. Mi prima habrá querido decirme que el árbol es igual que esa persona.
El árbol es un ser vivo que no habla ningún idioma pero igual se comunica, es igual a una persona coherente que siempre esta parada en el mismo lugar, las ramas serán las extremidades, no tiene ropa pero cubre su cuerpo con hermosas hojas que lo adornan, y a veces prefiere mostrar su cuerpo desnudo.
Mi prima dirá que el árbol no se mete con nadie, al no poder hablar no desperdicia su energía en hablar mal de otros árboles, no se traslada y no habla, por eso no anda por allí hablando mal de los demás.
Se ocupa de su vida y es generoso, algunos dan frutos, otros regalan bellas flores, otros dejan que las aves se reposen sobre ellos, y hasta permiten que construyan sus nidos sobre él, regalan sombra en el ardiente verano y nos purifican el aire.
Si bien es enorme la cantidad de árboles que conozco, no sabía a qué variedad pertenecía ese árbol, solo era un árbol. Luego me pregunté internamente porque ese árbol no salía de su lugar, la explicación la tuve de inmediato, es porque ellos tienen raíces que se introducen en la tierra donde viven.
Ellos aman a ese lugar, se nutren de su suelo y esperan que las nubes depositen agua, y permanecen allí, felices y libres, solo con lo que la naturaleza les ofrece.
Ese hombre debería imitarlo, nutrirse de las raíces como el árbol, amar a el lugar que decidió ocupar, ya que los humanos poseemos la capacidad de podernos trasladar, debemos mirar a los árboles y aprender de ellos, amar la tierra en donde hemos decidido vivir en paz.
Todo lo que pude imaginar me hacía pensar en que Li me pedía que ame la tierra donde vivo, que conozca la historia de ese lugar, que cuide a mi tierra y sobre todo que la ame, elegí una frase que me pareció apropiada.
“Desde la sombra de los árboles en la pura naturaleza surgirán voces alegres que te animarán a no detener tu marcha. “
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Primer capítulo de la historia de una joven adolescente que pinta murales junto a su amigo.