


Un hombre es acusado injustamente...
~~La destrucción
Aquel hombre caminaba arrastrando su pierna, pero no le dolía. El dolor del peso que arrastraba su alma, era peor. Su mirada se perdía en el horizonte y todo a su alrededor le era indiferente. No hablaba con nadie y su pasatiempo favorito era sentarse en un banco de un mirador cerca del palacio de Marivent. Desde allí contemplaba el mar, los veleros, los cormoranes planeando en busca de alimentos como el buscaba, desde hacía años, algo que alimentara su espíritu derrotado. ¡Cuántas cosas había dejado del otro lado, más allá de donde se confundía el agua con el cielo! ¿Familia? No. ¿Dinero? No. ¿Amor? No. Había dejado su fe en el porvenir, su actitud optimista ante la vida y su decisión de vencer los obstáculos.
Guillermo había ocupado un alto cargo en el gobierno. Desde su posición administrativa tomaba decisiones importantes para toda la nación. Era elogiado por sus superiores y el pueblo lo apoyaba.
Una noche decidió visitar los talleres de Ferrocarriles Nacionales. Le interesaba conocer cómo se desarrollaba el plan de recuperación de locomotoras porque unido al plan de importación de equipos nuevos revitalizarían el transporte ferroviario. Decidió ir al turno nocturno pues, según informes, existían ciertas indisciplinas.
Estaba recorriendo las instalaciones cuando un obrero sufrió un accidente y lo trasladó hasta el hospital más cercano. Permaneció con el herido hasta que estuvo fuera de peligro y luego se marchó a su casa pero antes pasó por los talleres para informar a los trabajadores sobre la situación del herido.
Un mes después, el operario accidentado fue acusado de ser responsable de un atentado que destruyó gran parte de las instalaciones ferroviarias. Se comprobó que los explosivos habían sido trasladados en el vehículo de Guillermo.
Fue destituido de todos sus cargos y enviado a prisión con una condena de veinte años de los cuales cumplió cinco con la condición de abandonar el país para siempre.
Aquel hombre había recibido una condena injusta. Enfermó grave, sufrió infartos del corazón e ictus cerebrales, sin embargo, la gente lo ve andar por la calle, con su pierna en malas condiciones y su vida enferma. Comentan y hacen conjeturas: si es drogadicto, loco, bandido y mil cosas más. Pero no se entera, su vida ha terminado. Le queda el cuerpo.
y comenta
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Muy bueno :)
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Un señor decide suicidarse, pero el inspector lo convence para que no lo haga. Luego...
A pesar de la diferencia del Mundo en que vivían, el amor se impuso hasta el final
En ocasiones nos dejamos llevar por lo que vemos a simple vista y no vemos su verdadero valor.
Las violaciones repetidas en una habitación de un hotel indican que el violador es un muerto.


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Obrero del transporte vinculado a la literatura a través de obras escritas de teatro para colectivos obreros, novelas, relatos y poemas. Ha escrito tres libros: "Mármol y Azahar", "En una Isla guarde mis Cuentos" y "La Sangre que Regresa" (titulo anterior: El Leon Rojo Memorias de un Combatiente). También ha publicado un breve poemario " La Vida en Poema" Actualmente está jubilado.