


Los van a ejecutar, todo está listo, se espera el final...
Ya casi está lista la ceremonia para realizar el fusilamiento. Los seis reos permanecen quietos junto al paredón sin mirarse y sin decir una sola palabra. Cada uno mira al frente con un gesto de dignidad que solo se obtiene cuando este instante previo a la muerte ya es inevitable. La plaza está repleta de gente que ha madrugado a presenciar las ejecuciones y algunos guardias con sus uniformes lustrosos en sus caballos los mantienen alejados. Mientras se alista el pelotón de hombres con sus fusiles aparecen en el escenario el grupo de mujeres que son apartadas a culatazos y simulan desaparecer entre la multitud.
Después de leerse la sentencia por la cual han sido juzgados culpables viene la orden y casi al tiempo disparan los seis ejecutores de la orden mientras cada uno grita consignas en favor de la libertad de la naciente república. La descarga de plomo traspasa las carnes de cada uno de los hombres y se van desplomando sobre el piso empedrado. Cuando ha sonado el último disparo hay unos largos instantes de silencio que nadie precisará nunca. Lo interrumpen las actrices que han empezado a llorar con inusitada angustia. Creen que de verdad las balas de los peninsulares han dado muerte a sus compañeros.
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y comenta
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Hola. Buen relato y buen final. Un saludo, te leeré másMuy bueno Luis. Ese era el escenario de las ejecuciones. Pero el final es sorprendente.Hola Luis, me alegra verte de nuevo publicando. Buena historia que me trajo recuerdos de mi infancia, en ese periodo de inocencia y desconocimiento en la que uno cree que todo lo que sucede en las películas es verdad..., un abrazo :)Gracias. Rafael y Pedrp por leer y comentar. Un saludo cordialLa realidad se mezcla con la ficción. El relato sería un drama si no fuera por varias palabras que lo cambian todo... Me lo he leído dos veces... Muy original. Slds, Rafa NúñezMe ha gustado
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¿Qué pasará cuando esta mujer sentada frente a él leyéndole el destino en las bocanadas de humo de tabaco diga la última palabra?


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Mas que escribir las historias, leerlas, escucharlas, verlas a través de una buena película. Quizá exagere la pasión por la narrativa pero es inevitable estar en esa eterna búsqueda de como contar una historia.