


Que hubiese pasado si hubiese cambiado un pequeño y poco notorio aspecto de mi pasado? ¿Mi presente seria diferente? ¿Seguiría esclavo de mis pensamientos?
Un sabor insípido.
Una reacción espontanea.
Una emoción momentánea.
Una caricia tan ligera como el viento mismo.
Me pregunto a diario si realmente leo lo correcto.
Si pienso lo correcto.
Si tomo el camino correcto.
Pero..
Quizás sea eso, mi ambición por hacer bien las cosas está produciendo un efecto reciproco.
¿Pero y si no es así?
¿Si me equivoco?
¿Que está realmente mal en mi?
Ninguno queremos ceder ante el destino, ni perecer sin haber vivido
Estoy cansado de evaluarme y verme en el espejo.
Tu reflejo es proporcional a la paz que alberga tu mente
Y....
Yo no puedo verme.
Irónicamente pensar me está llevando a la locura.
Y a escribir líneas sin sentido, como esta-.
Ninguno quiere nadar encontrar de la corriente.
Pero también siente miedo de nadar a favor de ella.
Estoy exhausto del amor.
De sufrir por una mirada.
De sufrir por un suspiro.
De sufrir por un vacio que carcome la piel.-.
Almas vienen y almas van pero nosotros siempre estaremos atados a una.
Con la opción de poderse soltar, pero con el deseo de no hacerlo.
Pensar en hacer lo correcto, no siempre es lo correcto.
En situaciones no hacerlo, es lo indicado.
En situaciones no hay que esconderse de la lluvia.
Ni beber del lago más cercano.
En ocasiones no sabemos qué hacer
Pero en otra tenemos opciones para escoger y escogemos no hacerlo.
Despertar para encontrarnos dormidos.
Estoy pensando en círculos.
Pienso constantemente en un efecto mariposa.
¿Que hubiese pasado si hubiese cambiado un pequeño y poco notorio aspecto de mi pasado?
¿Mi presente seria diferente?
¿Seguiría esclavo de mis pensamientos?
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Me ahogo en un mar creado por mí, en el que mi conciencia es el depredador más feroz e irónicamente yo soy la presa.
Que hubiese pasado si hubiese cambiado un pequeño y poco notorio aspecto de mi pasado? ¿Mi presente seria diferente? ¿Seguiría esclavo de mis pensamientos?
Mis recuerdos ahora son una imagen descompuesta en tantas palabras como hojas secas en el suelo.
Su ropa era una verdadera molestia. La ahogaba y yo era quien la salvaba. Juez, jurado y verdugo de su verdad. Alcaide de su pensar. Era un pecado mirarla y no estar obligado a tentar.