


Juegos de la mente
New york 15 de septiembre de 2016.
La ciudad a estas horas de la tarde parece gris y cansada, el tráfico lento apenas se oye desde aquí arriba.
Cielos insondables extienden sus brumas hacia el Atlántico, hacia la isla de Ellis y el río Hudson que se funde con el mar.
Una taza de té roza mis labios y su perfume me hace soñar.
Parecen vislumbrarse futuros inciertos y extrañas casualidades que coincíden en el aire, mi corazón vacío aun recuerda cuanto amé, cuanto luché, cuanto soporté ... Cuanto ....
Y este sentimiento ondula como la llama eterna de esas nubes que se alejan en el crepúsculo sacudidas por el viento y la última claridad solar.
- Shiedan... a lo lejos, esa voz dulce pronuncia mi nombre, la voz de mi madre.
Trae pastel de manzana para merendar. Es la tipíca ama de casa americana de ascendencia irlandesa, como toda mi familia, echo mi larga melena hacia atrás y me sirvo una ración con el té, despues de comer todo esto me gustaria bajar a correr al parque más cercano.
Pero las normas son las normas, después de la puesta de sol, sea verano o invierno es peligroso salir. Decido ir a pasear igualmente, me parece lentisimo el ascensor, pero llevo recuerdos tan duros en mi corazón que no puedo estar encerrada en mi apartamento un día entero.
La avenida principal parece extrañamente desierta para las horas que son, me inquieta aún más no ver luz en los semaforos, ni en la publicidad, sobre mi, el cielo se esta tiñendo de un tono cada vez más oscuro y se arremolina en una extraña espiral que me asusta, no suelen haber tornados por aquí y no parece un tornado, me alejo corriendo de esa visión intentando encontrar a alguien más en las calles, me resulta imposible creer que todo el mundo haya desaparecido de repente en la ciudad que nunca duerme.
Pero realmente no hay nadie, y los recuerdos del daño infringido que llevo en el alma, que no deberían surgir en esta nueva vida me golpean el pecho de nuevo y con ellos un miedo atroz al futuro, como si esas sensaciones fuesen más reales que la aquella realidad misma. Me giro hacia mi bloque, pero no lo veo en el mismo lugar. Extrañamente todo se conecta en mi cabeza y las lágrimas afloran sin querer a mis pupilas.
Sobre el asfalto surgen unas letras fluorescentes con las palabras GAME OVER y despierto bruscamente en la sala de pruebas del hospital, con experiencias de realidad virtual. Me quito el casco.
-Hola - sonríe mi psicologo clínico, te quedaste dormida. Suele pasar ¿ Que tal la vida de tus sueños? tu misma diseñaste la experiencia.
Aun aturdida sacudí la cabeza. - Que triste es volver a recordar que no tengo madre ni familia. Pero lo más sobrecogedor de todo fue seguir sintiendo el sufrimiento y el miedo, sobre todo el miedo. Que difícil es para el inconsciente desprenderse de lo que de verdad le preocupa. Sufría y no sabía por qué pero ahora lo recuerdo todo ¿Sucedería así en una posible reencarnación? ¿o en el caso de que una neurocirugía intencionada borrase todas mis memorias?
- No haría falta llegar a tanto - opinó el doctor. Solo dime ¿ Cuantas veces te has sentido realmente segura en los últimos años? ¿Cuantas veces has sentido esa sensación de protección que hace que nos entregemos con total confianza a otra persona?
Da igual si es amiga, familiar, pareja...
- No me haga tantas preguntas y deme una respuesta.
El amor es el antídoto del miedo,
¿Cuantas veces en los últimos años te has sentido verdaderamente amada?
Me estremecí en mi propio silencio.
- Ahí tienes tu respuesta.
Marian Vanderlest - todos los derechos reservados- All rights reserved
y comenta
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Mucha creatividad y soltura en sus letras. saludosOtro texto exquisito. Sin duda creas adicción. un abrazo.Excelente narración, pero merece que lo lea detenidamente y corrija algunos errores.Las descripciones de esa ciudad solitaria, el parque, la angustia oscura de la protagonista. Ese universo onírico es lo que más aprecié. Muy real en lo irreal.Tenía mucho tiempo que no te leía. Has mejorado enormidad, no quiero decir que no escribías bien, hilas con pulcritud las ideas, transmites bien la desolación y el miedo de la protagonista. Muy bien logrado.Aunque en el texto se hayan que corregir algunos signos de puntuación no desmerece la genialidad del argumento. Es un relato breve pero intenso con una buena ambientación al inicio. Dotado de mas amargas realidades que de placenteros sueños. Pero siempre hay un príncipe que puede amar a una princesa en cualquier lugar del mundo. Besos lady halcónMuy bueno¡Buen relato! Y esa pregunta final te pone a pensar...
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Chicago, años 20, mafias, un amor imposible, una encrucijada sin salida y un final impredecible.
A mi madre, que cuando vivía solía decirme que nunca perdiera la esperanza de encontrar algún día, un corazón que entendiese a mi corazón. A ella, donde quiera que esté.


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Joven pintora y escritora. Estudié un Grado superior en Geografia e Historia en la UNED, y realizé también estudios de Artes y oficios. Hace años publiqué un libro de relatos "El espejo de oro" y me gustaría publicar más, trabajo como modelo, eventualmente. Pero escribir es mi verdadera pasión.