Como el bombardeo
de las ilusiones
cayendo sobre los árboles
del desierto del Sahara,
rompiendo las luces
en las noches más frías
a las afueras de tus
jerséis navideños;
¿cómo puede ser,
Marlenne?
Como las cerezas que robaste
de jardines encantados
y locamente enamorados
con bellos traumas
y canciones de infancia,
como la nieve hipócrita
en Sudáfrica
cuando digo que le invierno
es mi estación favorita;
¿cómo puede ser,
Marlenne?
Como un atardecer
en la cárcel
y el tiempo qudándose
sin tiempo,
como la primera rosa
de un apocalipsis,
como la última ventana
que se mantiene en pie
en el hogar de tu nombre;
¿cómo puede ser,
Marlenne?
Marlenne,
¿cómo puede ser
si he visto los ojos
que destruirán al mundo
y no son los tuyos?