


Un relato real, sin ficción, para la reflexión entre la fe y creencias, racionalidad y enseñanzas.
“La fe es la intuición que se tiene de Dios y las intuiciones no se explican.”
(Manuel Puig, escritor argentino 1932-1990)
- Martha… ¿para quién son esas flores? alguien está de cumpleaños y no me los has informado. - Le preguntó la jefa, a la secretaria del Despacho.
“Nadie jefa…son para María, La Virgen, así se consuela un poco. Mañana se conmemora la crucifixión de su hijo y todos los años le llevo flores como ofrenda y se las dejo en el Santo Sepulcro, allí mismo en la Catedral.”
-Y después que se las colocas, ¿qué haces?
“Pues, converso con ella, es como hablar con una amiga. También le pido su bendición y ruego por los míos y por los otros. Sobre todo, que cure a mi madre del cáncer y que guie por el buen camino a Luciano. Ese muchacho no quiere estudiar. También, ruego por usted y por mí, para que nos alivie tanta carga de trabajo,¡ ya es tan extenuante.! Tengo entumecidos los dedos de tanto teclear.”
Martha se dirigió a la heladera e introdujo el ramo de flores en su interior, como para preservar su frescura. Le empleadora, observó que lo hacía con sincera devoción. Los demás compañeros de trabajo la miraron con cierta curiosidad y otros con empatía, como trasmitiendo sus pensamientos: :” de eso se trata la fe”.
Unos aceptaban y otros, escépticos, pero todos, con sus miradas recorrían el rostro apacible de Martha, quien antes de cerrar la heladera y depositar dentro la ofrenda, se persignó dos veces.
“Martha habla de conversar con La Virgen, como si de amigas se tratara”. - Reflexionó la jefa. Y fue en ese momento, que se representó una ficción: “¿quién no quisiera platicar con Dios?”, como se hace con los amigos: tomándose un café… ¡Con qué gusto lo haría!!
Dialogaríamos de tanto temas, aún sin resolver, de los conflictos políticos, sociales, de las guerras, de las injusticias, de la pobreza, de la muerte, el gran misterio y de su eternidad…Así como dos grandes amigos.”
Le jefa, tenía por hábito, que, al salir de sus labores se reunía con amistades, precisamente para degustar una taza de café, con personas que no siempre podían coincidir en reencontrarnos a tertuliar.
Conformaban un pequeño grupo de colegas, hombres y mujeres, pero tambien, lo identificaba el ser un equipo heterogéneo: filósofos, educadores, artistas, bohemios, de diferentes posturas y distintas preferencias, solo los unía el amor fraternal de hermanos de la vida, el respeto, la lealtad y la tolerancia. Charlaban de los temas más destacados de la semana, los que dominaban la opinión pública, o llevaban a la mesa, un problema personal o familiar de alguno de ellos, colado entre la conversa para brindarle apoyo o sugerencias en pro de aceptarlo, sobrellevarlo o solucionarlo. Alguien les dijo una vez, dirigiéndose a la reunión:” Ustedes son una parentela, pero sin descendencia, pocas personas se estiman de esa forma”.
De esa misma manera, la jefa, seimaginó hacerlo con Dios. Compartir no solo la taza de café, sino intercambiar puntos de vista y hasta por su cualidad, por ser Todopoderoso, muchos temas obscuros le aclararía, dudas e incertidumbres respondería y de explicarle, tantas contradicciones por la iniquidad existente.
¿Cómo le fue ayer jefa? ¿Conversó con Dios?
“No. No tuve la suerte de compartir una taza de café con Dios”. Le respondió a Martha.
¡Claro que sí!! Dios está en el rostro de sus amigos. Él le permite disfrutar tan bella amistad y puede que, a través de ellos, le ayuden a resolver una dificultad y a cuidarse, los unos a los otros. Allí, jefecita está Dios, hasta la permite cancelar el costo de su taza de café con el emprendimiento que aquí mantiene”.
Otra vez, miró el semblante de Martha, que le traducía: “hágase su voluntad”. Faz de resignación, conformidad. Admiró esos ojos piadosos que hablaban y que acompañaban una noble alma creyente. –Se dijo asi misma:
- “Es cuestión de fe”, evocó la célebre cita de León Tolstoi: “No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo.”
Resumió , en su discernimiento: “Si tomo como ciertas las conclusiones de Martha, entonces debo inferir, que ella es una emisaria de Dios, como símbolo de fe.”
“Yo he vivido dudando” … Pensó, y siguió laborando…
Ana Sabrina Pirela Paz
y comenta
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Saludos Chiqui y agradecida s por tu consecuencia y dejar siempre un comentario lleno de palabras generosas y amables. Feliz fin de semana !!!Muy significativo el mensaje que deja Estimada Autora, ya que permite ver las diferentes percepciones de la Fe, la importancia de fortalecerla a través de otras personas, que tienen un encuentro especial con Dios, y trasmiten esa devoción y amor que tanta falta hace el contagiarnos.Saludos Cometa...a algunos les sucede. Existen muchos pensamientos y entre ellos, muchos Dioses o no Dioses, es el libre derecho de creencias y siempre ha sido así. Feliz día!!Difícil comentar para alguien que mientras mas lee, mas alejado ve a dios, un saludoEstamos en el mismo lado Stavros, vivo dudando y ese "faro", que en oportunidades deseo se acerque y ilumine," yira y yira," como la letra del tango y nada que pare en el planeta de los mortales. Pero, respeto cada convicción, de eso se trata la convivencia, fraternidad y tolerancia. Si llegas a Buenos Aires, aquí te esperaré, seguro que tomamos café en "El Tortoni", La Havanna, Café Martinez y muchos que existen en esta bella ciudad. Sé feliz y sigue con tú magnifica y sublime prosa, esa es la vida y tu Dios.Hola apreciada amiga Ana. Ante todo, he de confesarte que soy un agnóstico convencido. Y que en cuanto a esa tan llevada y traída “Fe”, como Teseo, voy dando vueltas por el laberinto de la vida sin encontrar el hilo de Ariadna que me guíe hacia una posible salida de este mundo incendiado por maldades o miles de hombres Minotauros que no nos acarrean más que horrores sin que podamos poner remedio a todo ello. Dios, ojalá, es para mí un faro en lo alto del montículo, que cuando trato de acercarme, se me apaga. ¡Mil disculpas pido! Y admiro a todo aquel que conserve una Fe verdadera, pero en la bondad y la fraternidad. Esos son los frutos que yo celebro de la misma. Y no niego que me gustaría ser uno de los convidados a ese café con ¿Dios?... No importa, porque, sea así o asá, como siempre a tu texto lo envuelve un resplandor que yo calificaría “que favorece, al leerlo, los desordenes de este mundo”. Lo asumo como bello mensaje, y ya que con ¿Dios? no puedo, me encantaría tomarme una taza de café contigo en una estupenda cafetería de La Plata en Buenos Aires. Y pese a Tolstói, como la Martha de tu texto: “vivo dudando”. A ver si hay suerte, y con los años... no sé... pero yo creo que seguiré viviendo, no con mucha Fe, pero sí con la esperanza de que el conocimiento de la vida humana, perdón por la redundancia, sea mucho más “humana” de lo que es. Un abrazo y un beso muy fraternal-StavrosGracias nuevamente Serendipity...Allí va la fe, vitalizando y reconfortando corazones. Creer o no creer, cada quien con sus convicciones estimada poetisa. Un fuerte y fraternal abrazo en este viernes y en los demás días de la semana.Carlos saludos, hoy viernes santo para la colectividad católica, oportuna es la fecha para reflexionar sobre la fe y eso hice. Agradezco el comentario y me place el que te haya gustado. Feliz día!!Gracias Eleachege por tus generosas palabras sobre el relato y es como dices tú, la fe para muchos es imperecedera. Un abrazo y feliz viernes.La fe es la fuerza interior que nos impulsa... "Si el hombre vive es porque cree en algo", la frase de Tolstoi es el quid de la cuestión. Porque, ¿qué sería la vida sin un propósito? Y llegar hasta él es lo que nos da el sentido de estar aquí. Una excelente reflexión, Ana. Te deseo un feliz Viernes Santo!
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Inspirada en el personaje de la novela "Doña Bárbara"(1929) del extinto escritor venezolano Rómulo Gallegos, savia motivacional de esta creación poética.
Un sincero reconocimiento. A quien se lo merece, se honra.
Una de reflexión, para la consideración de todos los lectores en general.
No existe hecho más agotador, que la persistencia de un recuerdo, el que no tiene fin.
Aprendizaje de la vida: el deseo se pierde cuando no tiene sentido y muere el encanto de las horas vividas.
Una mirada a la mentira, que dura hasta que la verdad florece, como la señala el refrán español. Saludos!
Un relato real, sin ficción, para la reflexión entre la fe y creencias, racionalidad y enseñanzas.
Una mirada a la manifestación de la debilidad: la arrogancia del espíritu y la insensibilidad.


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Soy una aficionada a todo género del arte y me apasiona la escritura, la desarrollo como parte de mi actividad diaria. El cuento, el relato y la poesía libre me fascinan, como una manera de expresión, que la combino con mis actividades profesionales como abogada.