


Caminar hacia la nada,
hasta desaparecer.
Caminar por caminar,
hasta que el cansancio agote.
Morir para dejar de caminar
o vivir para ello.
Senderos por explorar,
neblinas que aparecen y se van.
Ríos que desbordan su caudal
anegando superficies estériles,
las miradas se cruzan, se contemplan.
Hay un corazón,
aparentemente sano,
que se ahoga.
Hay momentos en la vida
en los que el alma duele,
queremos gritar... y no podemos,
no nos enseñaron.
y comenta
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Gracias DuncanNos regalas un momento de gran belleza, "queremos gritar... y no podemos,no nos enseñaron.", que buen final, un saludo.