


Y nunca más se volvió a ver.
Te voy a querer bonito,
de una forma tan pura que aclare tu mente y disipe la duda.
Te voy a querer tan bonito,
que cuando Acuña te lea,
y su sueño caiga sobre su almohada,
inquieto y distante ante el herbario,
ya no piense jamás en Rosario.
Te voy a querer tan bonito,
que cuando la lluvia caiga busque siempre el cauce que conduzca a ti,
que si la noche llama y las estrellas callan,
centelleando quieran sólo volverse a ti.
Te voy a querer bonito,
que si Dios bendito implora al cielo,
caerán veredas desde el firmamento,
y tocarán el suelo por alcanzarte a ti.
Te voy a querer bonito,
y muy bonito sentirás por mí,
será tanto el abismo entre tus miedos y los sueños,
que soñando despiertes perdido en mí,
que si al volver Colón en su embarque frío,
renunciaría a las Indias,
por conquistarte a ti.
Que si Narciso llora y renuncia al ego,
trazaría una cruz sobre su inquieto pecho,
y se volaría los cesos si tú no estás ahí.
Renunciaría al lamento y de todos sus ruegos,
cantaría muy fuerte para volverte a ver.
Sacudiría el agua y borraría el reflejo,
imaginando pronto que llegaría hasta a ti.
Y te querré bonito, tan bonito, amor,
que si algún me dueles, me dolerá hasta el hueso,
o mejor dicho, hasta la vanidad,
que resulta más profunda que mi anatomía,
que mi raída alma desolada y mustia,
que inquieta vive en la soledad.
Te querré bonito, tan bonito, amor,
que te entrará la duda de donde acabas tú y empiezo yo.
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Un poema extraoridinario, y además muy profundo. El generoso amor es capaz de acabar con el obstinado Narciso que afecta a la Humanidad.Como dice Ana, ingenioso. Además de preciosoFelicitaciones!! excelente ingenio hecho poesía. Saludos afectuosos HarperLT.