


Aunque conduzcas con el depósito lleno, siempre puedes bajar la cuesta en punto muerto. (años noventa, siglo veinte)
Aunque conduzcas con el depósito lleno, siempre puedes bajar la cuesta con una marcha puesta y sin pisar el acelerador. (primeras décadas del siglo veintiuno)
La mecánica avanza de un modo curioso.
El secreto no es ahorrar siempre, sino saber cuándo acelerar. Y también cuándo frenar.
Incluso la felicidad tiene una velocidad de crucero.
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Pensamientos geniales. Felicitaciones!!