


Pietro es curado por el "doctor" del Centro...
Mis ojos se habían adaptado a la pálida luz amarillenta del pasillo, que recorríamos en silencio sólo roto por las pesadas botas de mis acompañantes, cuando llegamos ante una puerta de madera envejecida con el letrero de “Enfermería” sobre ella.
El guardia del labio partido abrió la puerta sin llamar.
-Te traigo el interno 1313.-Dijo cómo si llevase un saco de patatas.
-¿Qué ha pasado?-Preguntó el enfermero, un hombre mayor con el pelo canoso, que llevaba bata blanca levantándose de la mesa. Parecía realmente preocupado.
-Le ha mordido una rata...-Explicó el mismo guardia.
-No te lo he preguntado a ti... Esperar fuera.-Replicó el enfermero.
-Cómo quiera, doctor, pero tenga cuidado con él...-Advirtió el guardia y me miró.-Si haces alguna tontería volverás de cabeza al “pozo”... Y no volverás a salir...
-No, señor.-Respondí mirando al suelo.
Los guardias salieron de la enfermería, pero se quedaron demasiado cerca para mi gusto, al otro lado de la puerta. Dispuestos a entrar para salvar al pobre doctor de Pietro.
El doctor me indicó con la mano que me sentase en la camilla.
-Cuéntame que ha sucedido, por favor.-Me pidió con sorprendente amabilidad.
-Estaba en uno de los agujeros del “pozo” cuando ha salido una rata del desagüe y me ha atacado mordiéndome en el dedo...-Le enseñé la herida sangrante.
-¿Has podido ver la rata?-Preguntó mientras me hacía la cura.
-Sí, señor. La rata echaba espuma por la boca... No pude evitar que me mordiera...
-Podría ser que tuviera la rabia, pero aquí no tenemos la vacuna... Tendremos que llevarte al hospital...-El buen doctor cogió el teléfono.-El interno 1313 ha de ser trasladado esta misma noche al hospital... Podría haber cogido la rabia... Es urgente...
-No te preocupes, 1313.-Me dijo para tranquilizarme.
Continuará...
y comenta
-
Siempre hay un buen crédito a la esperanza de un buen relato para leer. Un abrazo amigo. Nos seguimos leyendo.El relato promete, y espero la continuación.Esperando la continuación. Saludos


-
340
-
4.53
-
344
Soy un currante de oficina, hago manuales de productos sin alma, pero es un trabajo que me da de comer, pago facturas y me permite vivir cada día pendiente de si el cielo caerá sobre mí... A parte de mi profesión, mi afición es escribir relatos donde dejar volar mi imaginación con tendencia a la ironía... Llevo publicados seis libros en Amazon. Saludos cordiales, Rafael Núñez Abad