Desahogo y reflexión personal.

Solo un respiro. Paladear por un segundo lo que para otros es algo normal; el razonable derecho como ser humano a pasar un día sin malas noticias, a tener un respiro de tanta desazón y temor, a descansar. Cerrar los ojos y dormir, abrir los ojos y alegrarme de tener un día por delante, 24 sagradas y anheladas horas de vida.

Que la felicidad cada uno se la busca y cada cual se la construye, ya lo he escuchado infinidad de veces. Al principio hasta me parecía algo lógico, si tienes en cuenta que te pase lo que te pase, lo que prima es tu actitud ante esas situaciones. Pero, claro, cuando me di cuenta de lo irónico de la vida, de lo agridulce de la felicidad y de  lo ácido de la tristeza... cambié de parecer.

Generalmente todo lo malo y lo bueno que nos sucede depende de las decisiones y de los  actos de otros. Y fíate tu de otros, otros que tienen sus propios problemas y sus propias prioridades...

Que la vida está complicada, creo que no digo nada nuevo, eso ya todos lo sabemos. Pero lo complicado no es la vida, somos todos y cada uno de nosotros. Nuestros movimientos, nuestras ideas, nuestras políticas, nuestros estilos de vida, nuestras personalidades... Todo esto es lo que mueve los engranajes de las vidas de todos los que somos y todos los que conocemos. Nosotros nos amamos y nos odiamos, traemos vidas al mundo y las quitamos, contratamos y despedimos, ayudamos y empujamos al prójimo... Nosotros somos los malos y las buenos. Tu y Yo, somos Dios y el Diablo.