


Dicen que el tren solo pasa una vez, pero, ¿y si ese no era mi tren?
Que se me pasen todos los trenes del mundo
si vas a aparecer tú con tu Megane casi rojo,
la melena despeinada y con ese carácter de león
recién nacido que resulta adorable cuando quiere atacar;
con ese despiste que te caracteriza, siendo un desastre continuo,
perdiendo incluso lo que llevas en la mano.
Perdiendo absolutamente todo,
menos la sonrisa de niña pilla llena de fuerza y ganas.
Y qué suerte que no la pierdas, porque, no se lo digas a nadie,
pero con ella me estás ganando a mí.
Si vienes con todas tus quejas sobre el mundo,
buscaremos soluciones hasta que lo hagamos un poquito mejor.
Ya sabes, tú has sido quien me ha enseñado
que podemos hacer lo que queramos en la vida.
Y tú también eres quien está haciendo que mis textos de futuros y deseos inventados,
se conviertan en realidades diarias que empiezan a cobrar sentido.
Y es que contigo, incluso dejo la puerta de mi habitación abierta,
porque cuando estás en mi cama, los monstruos no se atreven a venir.
Supongo que se asustan cuando ven que sonrío cada vez que te tengo cerca.
y comenta
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Pienso que los trenes que pasan una sóla vez en la vida son infinitos. Buen poema.
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Dicen que el tren solo pasa una vez, pero, ¿y si ese no era mi tren?
Ahí donde te brillen los ojos, es. Ya lo dice Sara: "los ojos no brillan por cualquiera".
Hay personas que te ayudan a ver el camino que quieres seguir. No las pierdas de vista.
Cuando, de repente, todas esas frases que siempre has oído, acaban encajando.
Cada persona es un conjunto de desastrosas cualidades que le hacen ser especial.