


Reflexiones desde la desesperanza
Soy una crisálida eterna, una esperanza de cambio que nunca llega. Pasan los años y sigo esperando que alguna causa externa a mi percute el mecanismo que permita a esta oruga que soy convertirse en la maravillosa mariposa que soñaba para mi vida. Si todo es continuo cambio y nada permanece inmutable en la naturaleza, por qué permanezco yo estancado en este lodazal moral, como agua estancada y putrefacta que contamina todo lo que toca. No, ya no hay esperanza para mí. Debo asumir mi naturaleza de insecto repugnante y desear ser cazado cuanto antes por cualquier pájaro hambriento, al menos así seré útil para alguien. Puede que la fuerza vital que nos obliga a continuar adelante sea esa esperanza de cambio, el deseo de despertar en una realidad idealizada. El complejo de crisálida lo llamo yo.
Mientras camino por la calle y reflexiono, pasan a mi lado infinidad de orugas a la espera de esa metamorfosis que permita a los individuos ser ellos mismos y no clones excretados por una sociedad de consumo vacua y amoral.
y comenta
-
Muy bueno y sobretodo muy bueno el broche final.
-
Cuando personas hacen actos malvados, el ser humano se mira en un espejo y este refleja una imagen que nos aterroriza a todos.