


microrrelato
Salir y respirar el olor del mar. El viento en la cara con un poquito de sal en la piel. El movimiento del pelo por el mismo y los nudos. Salir y escuchar las olas del mar al romperse en la orilla. Salir y sentir como cada rayo de sol cubre tu piel. Salir y olvidar toda preocupación.
¿Te lo imaginas? ¿Lo sientes? Yo iría corriendo. Es lo único que haría si pudiese salir de aqui ahora mismo. Pero, ¿no deberíamos, acaso, tratarle de encontrar la belleza al momento en el que estamos? Yo lo intento cada día. Hasta en los lugares más oscuros. Pero llevo tanto tiempo atado a esta cama, con estos cables que me rodean, que cada vez que veo una paloma apoyarse en mi ventana, me imagino su libertad volando hacia la costa. Por más que trato de entenderlo, no entiendo como quiere posarse aquí en "mi" ventana. Imagino que a día de hoy ya puedo llamarla incluso mi habitación. Llevo aquí 35 días, 10 horas y 20 minutos (según la hoja del informe que dejó el médico sobre "mi" cama).
Si me dejas pedir un deseo, elijo ser paloma por un día. Volaría alli, y me posaría sobre la terraza. Vería el mar. Mi mar. Eso si que me pertenece.
y comenta
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muchas gracias por los comentarios @serendipity2018 y @francescmirallesHermoso relato, tienes una imágen muy clara de dónde quisieras estar... Ojalá puedas ir en breve!. Un saludo!Me ha encantado este relato. Y además estás en lo cierto. La razón de de ser de la persona es poder volar, explorar... porque es lo que hace evolucionar al mundo.