


Muchas veces nos dejamos manipular por los patrones que definen a la sociedad . Muchas veces somos algo que no queremos ser sólo para caerle bien a esa sociedad.
Sentimientos de niño
Conocí a un niño de 20 años. Sí, es en serio, es un niño de 20 años. Piensa como adulto, actúa como adulto, siente como niño. Tenía un corazón noble, siempre dispuesto a ayudar a las personas, buscando la manera de sentirse útil para la sociedad.
Soñaba, como seguramente todos los niños alguna vez sueñan, con cambiar al mundo. Sin embargo, la razón le insinuaba que aquello era algo absurdo, el mundo no se puede cambiar, es demasiado tarde para ello.
Aquel niño, a quien conocí muy de cerca no podía ver a una mujer linda porque se enamoraba, aunque yo creo que más bien se ilusionaba. Esto le traía grandes sufrimientos, porque aquellas chicas llegaban a quererlo, pero de la manera en que se quiere a un niño, con ternura. No con ojos de mujer.
El niño de facciones robustas, quería destacar. Hombres ejemplares deseaba imitar. Ser exitoso y reconocido. Hazañas que en el tiempo pudiesen perdurar. ¿Cómo podía conseguir el niño aquello? Si miedo le ocasionaba ser el centro de atención.
Así fue durante toda su infancia. Así creció aquel niño de grandes talentos y virtudes jamás aprovechados, jamás vislumbrados. Todo lo contrario, un niño débil y antipático fue considerado. Una imagen que no reflejaba lo que era en realidad. Porque permítanme decirles que así es el mundo.
Te juzga y te define por tus acciones, otras veces por tus palabras.
El mundo no se detiene a conocer qué haces, qué piensas, qué sientes, qué lees, qué escribes, qué amas.
Trastornado por el fracaso y la decepción, aquel niño bondadoso, noble y virtuoso que alguna vez fue y todavía es, sintió en su corazón un vacío lleno de tristeza. Rechazado e ignorado, sus sueños marchitaron.
Frustrado por todo aquello que alguna vez pudo ser y que no fue, la rabia y el dolor ocuparon su corazón.
Lamentablemente aquel niño jamás comprendió que lo que tanto busco en otras personas sólo podía encontrarlo en sí mismo.
El coraje y la decisión de ser lo que quieres ser.
Alejandro Mendoza R.
y comenta
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Sabes, es algo raro lo que me esta pasando hoy: revisando mis relatos vi que comentaste muchos de ellos, entonces me puse a leer algunos de los tuyos. Me encuentro con esto, algo que, en resumen, en lo que he estado pensando todo el día. ¿Seguir luchando o no? Pienso que a veces no tengo el talento de ser quien quiero ser, pero algunas, como me transmitió tu escrito: somos lo que queremos ser, aunque solo si tenemos el coraje para luchar por ello. Besos, CieloGris.Razón llevas, comparto el comentario de Asunta.Muy buena reflexión, algo que tenemos que recordarnos todos los días... y también intentar no olvidar el niño que fuimos y aún nos mira desde dentro.Un buen relato con una buena lección
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Previamente: Elisa viajó a Selene en busca del Libro de Hechizos, teniendo que huir a Ciudad Carmesí al presenciar un homicidio y descubrir que la Magister Lenrys es una hechicera. Esto obliga a Dayanna a viajar a Selene en busca de Elisa, encontrándose en la ciudad con un curioso gato negro. Mientras tanto en Urbem, Nohemí está a punto de ser coronada como Reina de Solland.
Y quizás haya alguien que comprenda el significado de las alas, y del ronroneo. Y quizás alguien ignore lo que esconden algunas letras. Lo siento, no tiene un final feliz, dependiendo desde la perspectiva que se le mire.
Historia de la creación de los Sehrli. Perteneciente al mundo de LSH: Selene.
Historia escrita en conjunto con la usuaria y amiga "Ann", con la cual me alternaré la publicación de cada capítulo de esta historia. Espero les sea de agrado. Ella y él. Él y ella. Platicaban todas las noches. Se deseaban buenos días, todos los días. Sus conversaciones estaban llenas de emociones y sensaciones gratificantes, de palabras bonitas y promesas. Se extrañaban el uno al otro y podría decirse que se querían. Pero… no se conocían. ¿Qué eran ellos? No eran pareja absolutamente, tampoco amigos. Pero a la distancia, algo especial los unía. Cada día ese sentimiento que los unía creció y creció hasta que las ganas de conocerse fueron más. Ella y él en dos mundos diferentes. Ella lo tiene todo, él tiene poco. Pero él tiene lo que a ella nadie le ha dado. Y ella tiene lo que él jamás ha conocido. ¿Será más fuerte el amor? ¿O las diferencias? Son ella y él, queriendo ser ellos, queriendo estar juntos, en un amor nacido en una red social. Viviendo un amor en tiempos de redes sociales.


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24 años. Amante de las letras, de la música, del arte, de las personas, y de la vida.