


Así de fácil.
Apago la música y con ella mi tristeza emana,
el dolor ensordece pero no habla,
está mudo, porque ya ha dicho suficiente.
Siento un nudo en la garganta,
me he tomado mal una pastilla
y la siento atorada.
No baja, no cede,
como mi orgullo y mi soberbia
que no sabe que te pierde.
Ha pasado casi una semana desde que te dejé,
aunque siendo franca, me dejaste tú primero.
Yo tan sólo empujé la palanca que tú ya jalabas.
"Hágamoslo rápido", dije para mí.
"Así duele menos", pero me mentí.
Sí, me mentí, como el 99% de las veces que,
resignada y vacía me digo: "es lo mejor para ti".
Pero, ¿a quién engaño?
Simplemente, te extraño.
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Todo inicio y todo fin lleva un proceso, nunca se acaba de aprender de procesar rodos los sentimientos por muchas experiencias que tengamos. Somos maravillosamente complicados. Un abrazo HerIntenso y triste.Saludos