


Es un corto relato sobre unas criaturas monstruosas que avanzan por la selva.
Trepamos por la superficie de este alto tronco, necesitamos la energía del sol para poder sobrevivir en esta húmeda jungla pantanosa.
Las malas lenguas dicen que ya están cerca, que avanzan. Un ejército de monstruos verdes, panzudos, con movimientos sinuosos, sus fuertes mandíbulas no sueltan, sientes sus dientes puntiagudos clavarse en tu espalda…
Desde arriba se oyen gritos de júbilo, parece que hemos llegado justo a tiempo.
Los monstruos ya trepan, pero no nos muerden, se limitan a tirar finos hilos de seda entre nosotras, formando grandes capullos y se encierran dentro.
Notamos la energía de la savia verde correr por nuestras venas, seguro que ya ha llegado hasta abajo, hasta las primeras, las más viejas que están tendiendo el puente sin descanso.
Los capullos se abren y de ellos salen las criaturas más bellas que hayamos visto nunca, sus alas de colores se agitan en el aire y muchas de ellas se van. Las que quedan depositan sus huevos sobre nosotras y después mueren.
Desde abajo, un grito de triunfo, el puente ha quedado terminado introduciendo ya en tierra las raíces de una nueva planta que sobrevivirá.
Los huevos se abren y centenares de gusanos salen de ellos, hambrientos.
y comenta
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Un relato contado desde un punto de vista diferente. Muy bueno, Paola. Saludos.Muy original


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Me dedico a la restauración y a la pintura decorativa y escribo porque eso es lo que me gusta hacer en el tiempo libre..