


Me levanto, aún tengo sueño, todavía puedo ver tu imagen en mis ojos cuando miro el espejo. Estás allí, como algo insoluble, lejos de toda lógica como seguir durmiendo. Tomo el camino por donde tus pies han caminado e imagino que voy contigo a la sombra de un recuerdo. Y te encuentro allí, al final de mi camino, sonriente, llena de energía, no existe el momento estático para ti, eres como el mar: siempre en movimiento…
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