


Caminaba sin rumbo, sin prisa, cautiva y elegante, alejada del mundo, utópica de semblante.
Sus ojos claustran el universo.
Sus ojos son un libro de una lengua muerta, misteriosa, enigmática.
Ella es una utopía interna, de sueños reprimidos, de felicidad momentánea, de ideologías subversivas, de carácter férreo y corazón de niña.
Es una mezcla especial de virtudes y defectos, un ser impoluto y anegado, piélago y desierto. Más allá de las fronteras de la piel está “ella”, una constelación de manías, de secretos escondidos, de claroscuros.
Ella es el amor perfecto, la herida y el defecto, una rebeldía inmutable, una ternura impedida.
Caminaba absorta en la cacofonía de sus pensamientos, invadida de fantasmas, fantasmas del pasado que le agrietan el alma, fantasmas de un presente en el que vive y un futuro que desconoce.
Ella es la perfecta analogía lunar, cicatrices que se develan al ojo minucioso, una belleza que anega en la distancia, que atrapa, que inspira, y, una oscuridad que guarda, que esconde, que cautiva.
Ella eres tu…
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me gusto mucho tu escrito, es dulce y emotivo. saludos querido Jaime Zamora ;)