


Sopla el viento y te lleva, lejos.. pero tú te fuiste antes. Mi amor se desborda y sale por mis ojos... llorando, lloro por darme a ti. A veces siento la locura asomarse a ellos cuando no pueden desprender más lágrimas, nublándose mi cordura. Me arden las pestañas de no mirarte. La soledad me atrapa y el silencio me llena...y empiezo a escribir al dictado de mi locura...
¿Te quiero, soledad?
Te quiero, soledad, porque tu cuerpo es el mío
te amo, soledad, eres la huella que piso,
te necesito, soledad, llenas de libertad mi camino
te extraño, soledad, cuando no lees las palabras que escribo.
Te entiendo, soledad, porque tus silencios son los míos
te miro, soledad, y veo en ti mis ojos, dormidos...
Te llamo, soledad, porque sólo tú entiendes mis desvaríos
te añoro, soledad, cuando no estás conmigo.
Te escucho, soledad, cuando el silencio es infinito
te callo, soledad, cuando me estremecen tus gritos,
te toco, soledad, y siento que el frío es el mismo
te pruebo, soledad, como si fueras vestidos.
Te comparto, soledad, con la noche y con el frío,
te lloro, soledad, cuando eres mi castigo
te odio, soledad, cuando eres un hueco en mi nido
y te siento, soledad, siempre te siento conmigo.
y comenta
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Un poema muy bonito y con buen ritmo
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Sopla el viento y te lleva, lejos.. pero tú te fuiste antes. Mi amor se desborda y sale por mis ojos... llorando, lloro por darme a ti. A veces siento la locura asomarse a ellos cuando no pueden desprender más lágrimas, nublándose mi cordura. Me arden las pestañas de no mirarte. La soledad me atrapa y el silencio me llena...y empiezo a escribir al dictado de mi locura...
He aquí un poema que habla sobre lo inevitable de crecer, de madurar, de hacerse mayor... Espero que os guste.
Es el micro-relato "Ojos Azules", de Pérez Reverte, transformado por mí en poema. Espero que os guste.
Debido a la interminable espera a la que me hallo sometida durante meses, después de conocer mi aprobado en una oposición, y a puntito de saber mi destino, he construído este poema dejando plasmados todos mis sentimientos... Puede que mañana sea el gran día en que me digan dónde está mi futuro puesto de trabajo, en cualquier punto de la península...¿Quién sabe? Ay qué tortura...