Microrrelato de terror

UN HOMBRE ENAMORADO

   La penetró durante un minuto antes de terminar.

   Jadeante se recostó al lado de ella. Se sentía algo avergonzado. Ella tenía su mirada fija en el techo. Él lo interpreto cómo una decepción, aunque ella no mencionara palabra.

-Perdón…es que eres la más bella con la que he tenido relaciones- dijo aun recuperando el aliento, tratando de animarla.

   Y no mentía. Desde que la vio por primera vez se enamoró al instante, sus ojos azules, su cabello rubio, tenía todo lo que deseaba en una mujer, y aunque a ella le faltara su extremidad inferior izquierda a causa de un accidente, era perfecta para él. Le haría el amor todos los días, las veces que fuera necesario.

   La cama ya empezaba a mojarse a causa del calor, de la pasión que él había desbordado sobre ella. Se levantó y la tomó entre sus brazos, ella aun miraba el techo. Con total cuidado la introdujo al congelador que le había comprado, nunca había hecho eso por ninguna, porque ella era especial, era todo lo que había soñado. Cerró el congelador, no sin antes darle un beso en sus labios morados, fríos y húmedos.

   Se preguntaba si tendría la fuerza necesaria para serle fiel, en su trabajo las tentaciones abundaban, aunque por el momento no había ninguna mujer, sabía que pronto llegaría alguna. Pero estaba decidido a amarla solo a ella… aunque tal vez… podría, solo en ocasiones tener una aventura con alguna y después las entregaría para que los demás la llorasen, donde él las había amado.