


La situación era sumamente preocupante. Preguntaba a todo el mundo, de forma más o menos sutil, la misma cuestión. Y la respuesta era negativa siempre.
Yo: La situación era sumamente preocupante. Preguntaba a todo el mundo, de forma más o menos sutil, la misma cuestión. Y la respuesta era negativa siempre.
Señor Gato (SG): La gente suele ser algo reservada, ¿verdad? Nunca entendí lo de usar ropa en verano...
Yo: ¿Acaso era el último ser humano que soñaba? ¿O el único que era capaz de recordar los sueños de la noche anterior?
SG: ¡Preguntas que marcarán un antes y un después en esta historia!
Yo: Lo había pensado mucho. Y dado que mi círculo de amistades y conocidos era reducido, decidí ampliar la investigación... Tenía que quedar alguien más capaz de soñar...
SG: Aquí correspondería preguntar: ¿Y qué hiciste?
Yo: Una de aquellas noches, escribí en una pared cerca del puente rojo:
SUEÑOS APUNTADOS: 1
SG: Otra pregunta: ¿Era una zona transitada?
Yo: Sí, pero pasó una semana entera y no hubo novedades.
SG: Pobre humano... pobre...
Yo: ¿Había fallado en escoger la pared? ¿El mensaje era confuso?
SG: ¿Me lo preguntas a mí? Yo solo soy un gato...
Yo: El caso es que hice lo mismo en otra pared, cerca de la universidad, pensando que mentes algo más inquietas podrían ofrecerme respuestas más alentadoras. Así que volví a escribir:
SUEÑOS APUNTADOS: 1
SG: Por tu cara, se debería suponer que nada pasó.
Yo: Pasaron otras dos semanas... Y nada pasó.
SG: Lo sabía.
Yo: ¿Era pedir demasiado? Quizá sí existía todavía gente con esa extraña capacidad, pero no sentían la necesidad de hacerlo público, o de escribirlo en una pared respondiendo a mi mensaje...
SG: Pero tenías que volver a intentarlo, ¿no es así?
Yo: Repetí el mismo mensaje en otros dos barrios, luego en tres, en cuatro, en once locaciones distintas.... Nada.
SG: Pero heme aquí...
Yo: Pasaron tres meses. Algunas paredes habían sido pintadas, borrando mi graffiti; otras, simplemente se limpiaron con las lluvias.
SG: El paso inexorable del tiempo.
Yo: Solo verificaba la primera pared —cerca del puente rojo— de vez en cuando. Más por costumbre que por la esperanza de ver una respuesta...
SG: Entonces nos conocimos.
Yo: Sí. Lo más extraño sucedería en un sueño. Allí vi muy claro cómo había cambiado mi mensaje:
SUEÑOS APUNTADOS: / 2
Y aquel sueño fue a más, apareciendo siempre repetido el mismo mensaje, pero inmerso en situaciones disparatadas. Muchas de ellas cargadas de símbolos que no comprendía.
SG: Por eso sentí que podía ser interesante guardar un archivo de todos esos sueños... Dilo así.
Yo: Por eso sentí que podía ser interesante guardar un archivo de todos esos sueños. Así que los comencé a apuntar en una libreta... Y exactamente al décimo tercer día de completar esa rutina, de paseo por el puente rojo, vi mi sueño hecho realidad:
SUEÑOS APUNTADOS: / 2
SG: Es la quinta vez que lo repites y todavía suena muy descabellado para que se lo puedas contar a todo el mundo.
Yo: ¿Pensarían que estoy loco?
SG: Mejor vuelve a empezar, pero esta vez haz más gestos con las manos...
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Original relato Andrés. Y sí yo pienso que los sueños a veces hay que apuntarlos y estudiarlos, porque en ellos a pesar de vivir nuestra vida de un modo rutinario, estipulado nos pueden explicar el fondo de nuestra naturaleza, de lo que nos afecta. Por cierto. ¿Tienes hijos? Yo también he contado cuentos a mi hija cuando era pequeña. Yo en mi anterior relato, he pretendido reinvindicar a los escritores clásicos, que son nuestro legado cultural. Agradezco tu comentario. Y espero volver a leerte.esos sueños que hay que compartir......
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La situación era sumamente preocupante. Preguntaba a todo el mundo, de forma más o menos sutil, la misma cuestión. Y la respuesta era negativa siempre.
Camino del hospital, no podía evitar preguntarme si quien me esperaba sería capaz de reconocerme.