


Un tren desbordado a las orillas de mi reino,
luces convertidas en escalofríos,
escalofríos convertidos en silencio.
Tan perdido, tan adentro.
Lejos de risas que sanan,
cerca de recuerdos que dañan.
Que injusta es la vida.
Que te dice la parada
pero hace todo lo posible para que no la veas.
Yo que he sido noble durante toda ella,
y ahora paro como un arbusto desgraciado,
recordando las mil hojas de ese roble.
Es decir, no olvidando las.
Porque las horas esperaron pero se terminó.
Porque la noticia no quería pero llegó.
Porque el tren nos unía pero dijo que no.
Porque un lo siento a una lápida cura menos que el dolor.
Porque la misma pregunta siempre me golpea el corazón.
¿Por qué no subí yo?
y comenta
-
Muy bueno. Feliz Navidad!!!! Un abrazoMuy triste y hermoso relato.
-
Se que le falta un final. Pero en esta hoja nadie acaba como deseaba.


-
17
-
4.56
-
15
No sé si es porque me apetece escribir o porque me apetece verme escribiendo