


El fin de la sociedad es procurar el bienestar,
Igualdad y prosperidad de sus miembros;
Las personas se esfuerzan en controlar
Sus miserias para producir y colaborar,
Y así ser después recogidas en sus senos.
Nos sacrificamos para poder alimentarnos,
Y succionamos de un pezón que no da leche,
Sino un sedante que elimina nuestro ardor
Más humano, el amor al prójimo y el clamor
De un pueblo esclavo que no supo defenderse.
Engañados hemos estado, y seguimos siendo
Piezas, apaños en un engranaje psicópata
Del cuál no recibiremos más que odio y miedo
A partes iguales, una escena en la que tenemos
Un papel protagonista, con un final fatal.
y comenta
-
Este relato no tiene comentarios
-
Segundo capítulo de esta intrigada historia. El joven periodista se ve envuelto en un asunto misterioso, y las cosas empiezan a descontrolarse. Hay que decir que no es un chico que tenga decisiones acertadas.
Siempre influenciamos en el estado anímico de las personas que nos quieren y admiran; tenemos que ir con mucho cuidado, pues nuestras actitudes y acciones hacia esas personas pueden cambiarles la vida, para bien o para mal, aún sin ni siquiera darnos cuenta. Esta es la carta de un chico hacia su hermano mayor, que partió sin previo aviso, dejando su casa sombría y melancólica, y las consecuencias que tuvo esta marcha para el hermano pequeño.