Hay muchos motivos para disfrutar la vida y no los aprovechamos.

Por un corto periodo de tiempo, al espíritu se le concede encarnarse en una vida humana (80 ó 90 años en el mejor de los casos).

¿Y qué hacemos para que esa vida sea agradable, provechosa, útil?

En la mayoría de los casos, nada.

Perseguimos sueños absurdos, riqueza material, y otras cosas con las que al final, nos complicamos la existencia y nos nos sirven para nada.

Si nos fuera concedido ser sabios desde nuestra juventud, podríamos emplear esa sabiduría en nuestra vida. Pero generalmente no es así. En cambio, necesitariamos 60 años para aprender y otros tantos para aplicar lo aprendido.

Por eso, espero que en una próxima encarnación, podamos aplicar lo aprendido, para vivir las cosas importantes y disfrutar nuestra vida.