


La amistad siempre merece la pena ser celebrada.
Quiero proponer un brindis
por ti, por mí y por nuestra amistad,
por ese martes ya lejano
en el que nos conocimos aquel bar.
Por cada una de las tardes,
terrazas, museos y planes
que nunca llegamos a realizar,
Por las conversaciones y paseos
que aún tenemos que dar.
Quiero que sepas, ahora que hay tiempo,
Que eres un pilar de mi felicidad.
Me has hecho crecer en esta rara ciudad.
Y aunque no siempre sale el sol,
me has hecho reír, pensar y disfrutar
incluso cuando pensaba que no podía más.
Gracias por tu paciencia y saber estar.
Recuerda que cuando nos volvamos a ver,
por todo esto querré brindar.
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Dicen que el tren solo pasa una vez, pero, ¿y si ese no era mi tren?
Ahí donde te brillen los ojos, es. Ya lo dice Sara: "los ojos no brillan por cualquiera".
Hay personas que te ayudan a ver el camino que quieres seguir. No las pierdas de vista.
Cuando, de repente, todas esas frases que siempre has oído, acaban encajando.
Cada persona es un conjunto de desastrosas cualidades que le hacen ser especial.