


Abandonar una casa, una pareja, irse sin dar explicaciones. Marcharse en un abrir y cerrar de ojos. El dolor que arrasa muebles, puertas, habitaciones, pasillos y una cama dónde se llora a solas
Y si te vas deja las ventanas abiertas
y corre de par en par las cortinas
para que la luz ilumine la esperanza
de esta casa
que dejaste muriendo
Deja la lavadora funcionando
y tu taza llena de café
para que amargamente me recuerde
que necesitamos azúcar
Deja también un vestido flotando en el armario
esperando a que te cambies de traje
Pon un cojín sobre el apoyabrazos
del sofá, y así, con su peso
no eche de menos
a tus descalzados pies
Tiende algo sobre la cama
que dibuje la forma de tu cuerpo
algo que tome tu apariencia
Cuando te vayas no cierres la puerta
con llave
y al bajar las escaleras
que inevitablemente te acuerdes
que las plantas del balcón
necesitan que las riegues
Y si al fin te vas
déjame al menos un dos por ciento de posibilidades
dos palabras que me sonrían
desde un trozo de papel
Finge todo eso por consuelo
para que yo no sospeche esto que ocurre
Obliga a mi corazón a transformarse
en una sala de espera
Vete con un gesto descuidado, alegre
que parezca que todo está por hacer
Que ni yo ni la casa sepamos que te has ido
y creamos
que vas regresar muy pronto
.
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Abandonar una casa, una pareja, irse sin dar explicaciones. Marcharse en un abrir y cerrar de ojos. El dolor que arrasa muebles, puertas, habitaciones, pasillos y una cama dónde se llora a solas
Hay gente que tiene la facultad de percibir colores, sonidos, olores, en los números en las letras, en las palabras... Las sensaciones juegan a esconderse , a no estar, pero dejan siempre un agujero por el que se aspiran Hay personas que las atrapan, que las palpan, que las ve, como se mira una perla roja
Sentado en la Cafetería Andalucía, apoyando mi mano en el hombro de un recuerdo escribí un poema
aprender a oír el silencio dentro del sonido, a no contaminarnos con ruido, nos hemos acostumbrado tanto a esa antigua música que ya no la escuchamos
camino despacio y con los ojos abiertos por una casa que no me habla pero me abraza


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Andar por los tejados, los relojes de arena, todo lo que se pueda sentir, si allí se siente.
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