


Mil gracias por cada una de sus lecturas y comentarios, se los aprecio de todo corazón.
Sigo sin recordar cuantos años han pasado desde la última vez que te vi. Sin embargo aún conservo en mi mente las veces que solíamos jugar con tu balón de basquetbol en el solar de tu abuela María. A pesar de que yo era mucho mayor que tú, siempre lograbas sacar a esa niña que llevaba en mi interior. Me divertía mucho contigo. Te hacía cosquillas, luego nos tumbábamos sobre una vieja hamaca atada a unos enormes árboles de mamoncillo. Cada vez que iba a tu casa con mis padres, tú me invitabas a ver dibujos animados a la sala. A veces te enojabas conmigo porque no tenía ganas de jugar, o te colocabas triste al saber que debía regresar a casa con mis papás. El mes pasado tuve la oportunidad de volver a ver tu dulce carita de niño bueno. Te vi más alto que yo, y eso que sólo tienes trece años. Me enteré por mi prima, tu madre, que estas practicando basquetbol. No sé pero te sentí tímido, nuestras miradas fueron muy fugaces, pero de pronto tú y tu abuela se acercaron a saludarnos a mi madre y a mí. Me tendiste la mano y te la tome sutilmente, estaba cálida y suave. Pero tu mirada era fría. ¿A caso no te acordaste de mí? Porqué yo aún te recuerdo.
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Mil gracias a cada uno por sus lecturas y comentarios, se los aprecio de todo corazón, es un placer para mi escribir y compartir con todos ustedes.Bonito y emotivo relato. Saludos.¡Ya era hora de volverte a encontrar! echaba de menos tus gratificantes relatos, como este que has publicado. Es sencillamente precioso. Me has hecho pensar en mi infancia. Claro que la gente cambia, y en la vida todo son etapas que se pasan. Siempre hay que reinventarse de nuevo.Nostálgico, bello, mereció la pena leerla de nuevo a usted.Es bonito y con alma tu texto. Un abrazo Yasmin.Por desgracia, no siempre los recuerdos personales van en armonía con los de aquellas personas que guardamos en un rincón especial de nuestra memoria. A veces conservamos en nuestros recuerdos momentos que para nosotros fueron mágicos y que, sin embargo, para otros que los vivieron junto a nosotros son tema de olvido. Pero lo importante es en todo caso que cada uno guarde sus trocitos de magia en esa máquina del tiempo que es la memoria... Un texto muy emotivo, querida Yazmín, como todos los tuyos. Un abrazo de esos de oso que a ti te gustan ;-)Te recuerda y en su timidez tal vez te anhela. Abrazo grande, Yazmin.las cosas cambian cuando se acaba la inocencia.......Que dulces son los recuerdos... Hermoso texto, Yazmin. Un abrazo!Lindo y limpio recuerdo que perdura de forma emotiva en tí aunque el paso del tiempo y los condicionamientos pondrán dificultades a su mantenimiento. Un abrazo Yazmín
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Espero que les guste ésta historia mis queridos escritores y lectores, un beso y un abrazo.
Gracias por cada uno de sus comentarios y lecturas, me halagan sinceramente y me llenan de satisfacción.
Mil gracias por cada una de sus lecturas y comentarios, se los aprecio de todo corazón.
Una historia de amor entre un hombre blanco y una mujer negra de raíces africanas. espero que lo disfruten al leerlo al igual que yo lo hice al escribirlo.
Hace poco que no escribía, les agradezco muchos aquellos escritores que aun siguen leyendo mis relatos, se lo aprecio de todo corazón. Es un placer volver a escribir.
Les confieso que es primera vez que escribo una fábula. La verdad Gustavo me había motivado a escribir una. Él es uno de mis fabulistas preferidos aquí en la página, agradezco mucho sus lecturas y comentarios queridos amigos, lectores y escritores. Un beso y un abrazo.