El Secreto

El misterio de la riqueza desvelado al fin. Así, sin medias tintas y directo al grano. ¿Qué más se puede pedir cuando uno acude a su librería? Seguramente un expresso y una galleta de chocolate para acompañarlo.
Otra muestra más de que se puede escribir sin tener absolutamente nada que decir, o mejor dicho de que se puede escribir diciendo lo mismo una y otra vez y convertirte en un superventas. Ligerito, fácil de leer y tan vacío de contenido como tu cartera cuando termines y pongas en práctica el secreto que te cuenta. Perfecto para una tarde absurda en la que no tengas nada que hacer.
Te voy a contar un secreto, si quieres hacerte rico, no pierdas el tiempo con esto y ponte a trabajar de verdad.