Sinopsis

Llegó la hora, aunque algunos fantasmas se lo puedan llegar a creer, en serio, nadie es Dios, ni infalible, antes o después la cagas y pringas a cuatro patas, de nada sirve decir después "que imbècil he sido". Nadie tiene derecho a decidir con falsas identidades a quien quita y a quien pone estrellas modificando el orden natural de la creatividad de los autores de este santuario de la cultura literaria. Quién tenga un Troll, sea participante escritor o amigo de un participante y utiliza ese Troll para beneficiarse o beneficiar a su amigo, perjudicando directamente al resto de escritores, entonces será responsable de convertir esto en cenizas, ... Los dioses de cartón, tienen dos problemas, el primero es que son tan ignorantes que se creen más inteligentes que los demás, el segundo es que arden muy fácil y rápido... Después del susto inicial para llamar la atención, me ha llevado un poco de tiempo, pero más o menos he conseguido dos cosas: La primera dejaros lo más cerca posible de los puestos que teníais, os he puesto 10 estrellas por cada una que os penalicé dañando vuestra puntuación media. La segunda, me ha permitido familiarizarme con esos dioses de cartón que, he ido siguiendo y anotando durante todo el proceso. Claro que ahora los pueden dejar dentro de una caja y sacar otros nuevos, pero no olvidéis una cosa, cuando no se juega limpio, se rompe la baraja... Animo a los escritores a delatarlos a la mínima intromisión o perjuicio intencionado. Si un trabajo no te gusta, simplemente no le des puntos y pasa a otro, no destroces las medias logradas, valora los trabajos que realmente se lo merezcan o te gusten. Suerte a todos y a todas. Adiós.