


CARTA A UN PASADO QUE ES PRESENTE
Varios |
04.02.08
Sinopsis
Carta a un pasado que es presente
Hoy hace un hermoso día para pasarlo contigo. Día otoñal para pasear a tu lado, conversar o tan solo mirarte. Deleitarme en tus profundos ojos. Esos que un día lloraron por mi. Deseé en ese momento llenarlos de besos. Calmar tu angustia. No lo hice, pues hubiera conseguido lo contrario.
!Cuánto te quiero, amor!. Nunca quise a nadie como a ti. Lo eres todo. No quiero creer, como tú decías, que:“hubiera sido mejor que dos personas tan inseguras como nosotros nunca se hubiesen cruzado”. Me dabas miedo, lo sabes, pero... navegar por tu cintura ha sido lo más maravilloso que he vivido en mi vida. Manos llenas de caricias, que quise besar una y mil veces. Contigo no existía el tiempo. Estando juntos el mundo se paraba. Nada nos importaba, ¿recuerdas?.
Pronto llegará el invierno y con él los fríos, la nieve y la melancolía. Cuando hace buen tiempo los recuerdos se llevan mejor. En el pueblo hay más gente. Bajo al bar a tomar una cerveza antes de comer, me relaciono más. En invierno paso largas horas frente a la chimenea de casa y a veces, de improviso, pienso en ti. ¿Qué habrá sido de tu vida? ¿Qué harás ahora que somos viejos?. Hoy cuando quedaron lejos aquellos años de vino y de rosas. Más bien de cerveza y de orquídeas. Nunca te gustaron las rosas y si, una cerveza bien fría. ¡A punto de congelación!.
Es curioso como con los años se apacigua todo. Todo menos el amor... Ese, si es verdadero como el nuestro lo fue, no decrece con el tiempo, sigue - si cabe - aún más vivo.
No imagino cómo estarás. Yo viejo, canoso y cansado. Bueno, canoso ya empezaba a estarlo la última vez que te vi, ¿recuerdas?.
Cada vez que te proponía algo honesto o deshonesto me decías : “Tú estás loco”. Yo siempre te respondía: “Loco si, pero por ti”.
Esta carta nunca llegará a su destinatario, que eres tú, pero a pesar de ello te diré que nadie podrá quitarnos ese tiempo que fue nuestro. Nadie borrará de mis ojos tu ardiente mirada tras besarte y colmarte de palabras de amor. Aún puedo sentir el dulce sabor de tus labios en los míos. Fue maravilloso, tierno, pasional, lujurioso y sublime mientras duró.
Para seguir viviendo hace falta amor. El tuyo fue tan grande que, hoy, ya anciano y tras el paso de los años, sigo teniéndolo aun sin verte. Y vivo porque amo.¡Mira si te quiero todavía!.
Fernando José Baró
Madrid, noviembre de 2002.
Hoy hace un hermoso día para pasarlo contigo. Día otoñal para pasear a tu lado, conversar o tan solo mirarte. Deleitarme en tus profundos ojos. Esos que un día lloraron por mi. Deseé en ese momento llenarlos de besos. Calmar tu angustia. No lo hice, pues hubiera conseguido lo contrario.
!Cuánto te quiero, amor!. Nunca quise a nadie como a ti. Lo eres todo. No quiero creer, como tú decías, que:“hubiera sido mejor que dos personas tan inseguras como nosotros nunca se hubiesen cruzado”. Me dabas miedo, lo sabes, pero... navegar por tu cintura ha sido lo más maravilloso que he vivido en mi vida. Manos llenas de caricias, que quise besar una y mil veces. Contigo no existía el tiempo. Estando juntos el mundo se paraba. Nada nos importaba, ¿recuerdas?.
Pronto llegará el invierno y con él los fríos, la nieve y la melancolía. Cuando hace buen tiempo los recuerdos se llevan mejor. En el pueblo hay más gente. Bajo al bar a tomar una cerveza antes de comer, me relaciono más. En invierno paso largas horas frente a la chimenea de casa y a veces, de improviso, pienso en ti. ¿Qué habrá sido de tu vida? ¿Qué harás ahora que somos viejos?. Hoy cuando quedaron lejos aquellos años de vino y de rosas. Más bien de cerveza y de orquídeas. Nunca te gustaron las rosas y si, una cerveza bien fría. ¡A punto de congelación!.
Es curioso como con los años se apacigua todo. Todo menos el amor... Ese, si es verdadero como el nuestro lo fue, no decrece con el tiempo, sigue - si cabe - aún más vivo.
No imagino cómo estarás. Yo viejo, canoso y cansado. Bueno, canoso ya empezaba a estarlo la última vez que te vi, ¿recuerdas?.
Cada vez que te proponía algo honesto o deshonesto me decías : “Tú estás loco”. Yo siempre te respondía: “Loco si, pero por ti”.
Esta carta nunca llegará a su destinatario, que eres tú, pero a pesar de ello te diré que nadie podrá quitarnos ese tiempo que fue nuestro. Nadie borrará de mis ojos tu ardiente mirada tras besarte y colmarte de palabras de amor. Aún puedo sentir el dulce sabor de tus labios en los míos. Fue maravilloso, tierno, pasional, lujurioso y sublime mientras duró.
Para seguir viviendo hace falta amor. El tuyo fue tan grande que, hoy, ya anciano y tras el paso de los años, sigo teniéndolo aun sin verte. Y vivo porque amo.¡Mira si te quiero todavía!.
Fernando José Baró
Madrid, noviembre de 2002.
Valora
y comenta
y comenta
Valora este relato:
-
me encanto. El tiempo borra, o graba a fuego.Hola Fernando, que bonito escribes, preciosa carta. Gracias por leerme y dejarme varoraciones. BesosBonita carta de ese eterno sentirun relato extraordinario¡¡¡¡ felicidadesgenial, perfecto, precioso relato, saludos.
Tienda
De frikimonstruos y cuentoschinos
€2.99 EUR
Sin respiración
€3.95 EUR
Cuatro minutos
€2.99 EUR
Grandes Relatos en Español
€4.95 EUR
La Vida Misma
€4.95 EUR
En tardes de café
€2.99 EUR
El secreto de las letras
€2.99 EUR
La otra cara de la supervivencia
€2.99 EUR
Cien años de sobriedad
€2.99 EUR
Vampiros, licántropos y otras esencias misteriosas
€2.99 EUR
Chupito de orujo
€2.99 EUR
Creación Colectiva
Hay 17 historias abiertas
Relatos construidos entre varios autores. ¡Continúa tú con el relato colectivo!
17.09.20
11.09.20
10.03.20
04.03.20
15.08.19
Reseñas