Deje de creer en ti y en tus falsas esperanzas, como aquel niño que crece y deja de creer en los cuentos y fabulas.

Deje de creer en ti, ya no me importa lo que digas, no quiero escuchar ni una palabra más de ti, no quiero volver a ver un rasgo ni siquiera tu silueta, aunque  también haya sido culpa de mis ilusiones tú también tienes que ver en esto, pudiste haberme detenido, pudiste haber dicho un no en lugar de un si sabiendo que no lo harías, pudiste haber dejado las cosas claras desde el comienzo.

Pudiste haberme dicho un simple “No puedo” y con eso bastaba, pudiste no dejarme esperando por semanas, fuiste capaz de dejarme estancado con un náufrago a la deriva en el mar abierto, y lo peor de todo fue jugar con mis sentimientos.

Debiste haberte detenido si sabias lo que hacías, debiste detenerte si sabias lo que venias, y aun así seguiste, haciéndonos más y más daño.

Ahora me miro al espejo  y no veo una señal de vida, solo veo un alma atrapada en un agujero sin salida, y pensar que antes sonreía, frente a mí, mi antiguo yo lentamente se desvanecía.

Deje de creer en ti y en tus falsas esperanzas, como aquel niño que crece y deja de creer en los cuentos y fabulas.