Mirando al cielo.

Mirando el cielo de medio día y comparándolo con tu persona saque la conclusión que debía para  dedicarte poesía, al terminar mi jornada. Te recuerdo porque tú eres lo que me da las ganas de continuar mis días.

Hay razones de sobra para tenerte en mis tiempos cortos de descanso, que pasan lento cuando te tengo, en mi pensamiento  y distraes mi mente del cansancio.

Fin.

Mi cielo.

Mi cielo azul eres tú en todo momento, cubres mi mundo  a pesar de su belleza.

Es inútil estar sin ti, pues eres parte de mí, eres el cielo de mis días.

No es difícil pensar que el cielo te tiene envidia,  con esa belleza toda la existencia la tiene.

Tu el cielo azul de mi mundo, el cielo de mis días.

Como un pájaro pequeño imagino recorrer ese hermoso lugar azul, ese lugar eres tú.

Mi cielo azul eres tú, hermoso y sin igual .Todos los días te dedico mi poesía.

Pero mis poesías no son suficientes para expresar... lo mucho que te amo.

Fin.

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